Los cordobeses continúan con el uso de mascarillas en el exterior tras el fin de su obligatoriedad

La aprobación por parte del Gobierno de España este pasado jueves del fin de su obligatoriedad no se deja notar en la calle . Las personas mayores tienen claro que han pasado mucho tiempo encerrados como es el caso de la septuagenaria Manoli quien ha lamentado en el Bulevar que «hayan corrido tanto al quitar las mascarillas en el exterior; yo no pienso quitármela en la calle».

Su acompañante, Alicia ha añadido que « los brotes que están saliendo de los jóvenes no acompañan a esta decisión del Gobierno». Además, esta vecina de Córdoba ha apelado a la responsabilidad de estos jóvenes que deben pensar que después de salir llegan a sus casas y pueden contagiar a sus hermanos, padres y abuelos».

En la plaza de las Tendillas, un grupo de tres amigos que llegaba de La Alpujarra granadina y de Almería tampoco estaban pensando en quitarse la mascarilla ni por un instante. Uno de ellos, José Martín, ha asegurado que entiende que cuando alguien vaya completamente solo por una calle o por el campo que se la quite, pero no si tiene que estar cerca de otras personas.

Para su amiga alpujarreña , el uso de la mascarilla tiene que ser sobre todo «sensato», y ya no la usaba para pasear en su pueblo con sólo 700 habitantes y poco más de 18 casos en toda la pandemia. «Evidentemente, para ir a la Plaza o al mercado nos ponemos las mascarillas», ha matizado.

La frase más repetida entre los viandantes y los que se paran frente al kiosco de prensa de Fernando en Las Tendillas es «seguiremos llevándola puesta; las cosas no están como para quitársela».

Otro señor jubilado de Bujalance, que recuerda que ha sido una de las localidades más castigadas por la pandemia en las últimas olas, y que él lleva la FF3, «mejor que la que lleva usted puesta», asegura. « No podemos hacer caso al presidente Sánchez , visto lo visto», ha apostillado este bujalanceño, muy crítico con la decisión del Gobierno.

Sólo un grupo de cuatro mujeres aparecía por la calle Gondomar sin mascarilla. Una de ellas, Elena ha confesado a ABC que se sentía «libre», sin ella . Otra señora en el Bulevar Gran Capitán ha aplaudido el fin de la mascarilla en el exterior porque asegura, «me ha estropeado la cara, tengo más arrugas en la parte de la mascarilla».

Dos padres con sus hijos en la fuente del Bulevar han coincidido al señalar que lo que hay que aplicar es la «sensatez» , siendo «respetuosos con los demás cuando alguien se acerca o cuando se entra a cualquier lugar», pero que si se quitan la mascarilla cuando estén solos. «Los niños, al verme quitar la mascarilla al pasear me han llamado la atención diciéndome '¡papá, ponte la mascarilla!'; ellos son los que han dado el mejor ejemplo».