Córdoba recibe el archivo de Víctor Escribano, el arquitecto de su urbanismo más íntimo

La familia del arquitecto, fallecido en 1986, muy poco después de su jubilación, acaba de donar al Ayuntamiento de Córdoba una primera parte del archivo fotográfico que conservaba Víctor Escribano, y que conserva documentadas todas las actuaciones que dirigió a lo largo de su carrera. Fuentes de la familia aseguraron que están «muy agradecidos» al Consistorio por aceptar esta donación, que supone una primera entrega de unas 750 fotos y diapositivas sólo en una primera entrega. Como recordaron, el material se ha podido estudiar y catalogar tras el fallecimiento de su viuda, María Auxiliadora Vázquez de la Torre , el pasado otoño.

A Víctor Escribano se le debe el aspecto actual de la Cuesta del Bailío y la creación, ya que antes no tenía escalones, poder ver exenta la llamada Casa Chica del Bailío y también la fuente situada coronando la subida. Entre las fotografías hay precisamente algunas de cómo quedó la subida, con algunas mujeres que todavía después de 1944 llegaban con cántaros para llevar agua a sus casas.

No fue un arquitecto de grandes planeamientos , sino de actuaciones más reducidas en el paisaje urbano, muy bien relacionadas con su entorno . También reformó la c alleja de las Flores hasta darle el aspecto actual que ha conformado una de las postales más clásicas de Córdoba con la torre de la Mezquita-Catedral al fondo. La colección tiene material valioso, ya que hasta ahora no había testimonio gráfico de la Exposición de Arte Marroquí , que se celebró en Córdoba en el año 1946 , y de la que hay varias fotografías en la colección. De su lápiz salió también el jardín de Campo Santo de los Mártires , conocido como de los Enamorados, ya que hay una escultura en que dos manos entrelazadas representan a los escritores andalusíes Ibn Zaydun y Wallada .

Claro que no toda la exposición habla de urbanismo. Como arquitecto municipal tuvo que participar en los trabajos de rescate del autobús que cayó al Guadalquivir en abril de 1964 . Murieron once personas . Víctor Escribano fue además un enamorado de los Patios de Córdoba y les dedicó un libro, llamado «Ornamento vegetal de los patios cordobeses». Varios cientos de las fotografías que ahora se han entregado son precisamente sobre los recintos. El teniente de alcalde de Presidencia, Emilio Aumente , abrió la puerta a hacer una exposición con las fotografías tras anunciar la donación.