El Córdoba Futsal celebra el ascenso a Primera en las Tendillas

Poco más tarde de las ocho y media de la tarde el autobús llegó a las Tendillas, donde fue recibido por el himno del Córdoba, cantado a capella por los aficionados allí reunidos. Y del autobús directamente al escenario improvisado, colocado justo detrás de la fuente del Gran Capitán -que quedó vayada por si alguno quería refrescarse más de la cuenta-. Uno por uno los integrantes de la plantilla fueron haciendo su puesta en escena. La mayor ovación fue para el guardameta Nono , que con sus paradas se convirtió en un jugador clave en los play off. También tuvo su minuto de gloria Cordero , quien dio varios capotazos al ritmo de los «olés» procedentes de los cientos de aficionados congregados.

Después de la plantilla fue el turno del cuerpo técnico, con gran ovación también para Miguel Ángel Martínez «Macario» , otro de los grandes artífices de la fiesta. Al escenario también subieron y se ganaron su correspondiente aplauso los demás integrantes, que trabajaron sin cesar a la sombra y que también forman parte del éxito. Por último y como colofón subió el presidente de la entidad, José García Román, quien lució la cabeza rapada fruto de una apuesta previa a la consumación del éxito cosechado.

Román además fue manteado y el primero en dirigirse al público: «Enhorabuena no por el ascenso, sino por ser cordobeses» . En la locución, el presidente sacó pecho por los suyos: «Mirad lo que han conseguido este grupo de cordobeses; ahora vamos a seguir demostrando de qué son capaces este grupo de cordobeses». Además, también quiso acordarse de su familia y se propuso el reto de « llenar Vista Alegre todas las jornadas .»Tras el presidente, también tomó la palabra de manera breve tanto Macario como el capitan del equipo Manu Leal. Ambos agradecieron a los allí presentes su apoyo durante la temporada. Por último, Pakito tomó el micrófono y la fiesta continuó .

Los jugadores del Córdoba Futsal comenzaron la celebración en la misma pista del Mengíbar junto con la afición desplazada. Los cánticos y las bufandas al viento continuaron durante todo el trayecto de vuelta desde la localidad jiennense hasta Córdoba, donde ellos mismos se encargaron de poner el broche de oro a la Feria .