El Córdoba caza al Girona y alarga su sueño (1-0)

Se jugaba el Córdoba no descolgarse de la pelea por el play-off (hablar de ascenso directo ya carece de sentido). Debió saltar al campo conciencidado: ¿sería la última oportunidad para seguir soñando? Volvía a medirse a un equipo que, por simples motivos matemáticos, daría por bueno el empate desde el minuto uno. ¿Cómo se explica entonces un primer tiempo como el ofrecido por los blanquiverdes? Sólo Oltra y sus hombres lo sabrán. La clamorosa pitada de El Arcángel en el descanso quizá sirvió para que el técnico se hiciese y se respondiese preguntas similares.

Durante 45 minutos, su equipo no había disparado al arco de Becerra. El Girona había duplicado el número de pases ejecutados por los de casa. También había tenido el balón más (62 por ciento contra 38) y con más peligro. Con algo de peligro al menos. Razak fue el único guardameta con trabajo. El diluvio que caía sobre el césped hizo que el ghanés tuviese que sacarse de encima un disparo lejano que le botó delante. Y después fue Lejeune quien le obligó a demostrar reflejos con un cabezazo cargado de intención.

El Córdoba sólo se asomó por el área rival en acciones atropelladas o mal hilvanadas. Su único argumento para adelantarse en el electrónico fue una caída de Pedro Ríos en el área que el colegiado, con buen criterio, ni siquiera consideró como posible penalti. La bronca se comenzó a anunciar con silbidos que ganaban en intensidad a medida que los blanquiverdes rifaban la pelota o erraban entregas sencillas . Estalló definitivamente el público con el pitido que daba pie al asueto.

Algún efecto debió provocar en el vestuario local, aunque de entrada se mantuvo el aburrimiento con los mismos protagonistas sobre el terreno. Eso sí, arriesgó algo más el Girona y posibilitó un intercambio de golpes que despertó por momentos al Córdoba. Los catalanes se percataron del error y dieron un paso atrás. El encuentro volvía a dormirse. El remedio lo tenía Oltra en su banquillo: Pineda y Markovic fueron las soluciones . Ambos ingresaron al partido con una marcha más que el resto.

Porque la seriedad o el temple con el que maduraban la contienda los cordobesistas quizá fueron recomendables en el arranque de la competición. Pero, en la jornada 37, El Arcángel echaba de menos la ilusión que derrocharon los relevos. El ascenso estaba en juego, por si alguien se había olvidado. Florin se acordó a tiempo. El rumano cayó a la izquierda para poner un centro al segundo palo que bien vale para alargar el sueño de Primera otra jornada. Lo cazó Pedro Ríos para marcar el único gol del encuentro, para dejar en anécdota el sopor de más de una hora y colocar al Córdoba octavo , a un punto del play-off.

CÓRDOBA: Razak; Stankevicius, Rodas, Deivid, Cisma; Pedro Ríos, Eddy (Markovic, m. 70), Caballero, Fidel (Pineda, m. 65); Xisco (Luso, m. 79) y Florin

GIRONA: GIRONA: Becerra; Sebas (Javi Álamo, m. 69), Kiko Olivas, Alcalá, Lejeune, Clerc; Eloi, Pere Pons, Borja García (Mata, m. 79); Cristian Herrera y Lekic (Sobrino, m. 59)

GOLES: 1-0: Pedro Ríos, m. 75

ÁRBITRO: Pizarro Gómez, del Colegio madrileño. Amonestó a Fidel, por parte local, y a Becerra, Pons, Deivid, por parte visitante.

INCIDENCIAS: Trigesimoséptima jornada en Segunda. Partido disputado en El Arcángel.