¡Ay, coño!

La chica que imparte el taller se nos presenta con el pseudónimo de «psicowoman» y es, entre otras cosas, youtuber. Un youtuber es alguien que graba cosas para el Youtube. Parece ser que es una profesión emergente, como el feminismo, que además de un fin para cambiar la sociedad se ha convertido en un medio para que muchos, muchas y muches se ganen la vida con talleres , conferencias, artículos y movidas. Es una profesión segura por cuanto casi nadie le tose: poner en duda los argumentos, postulados, ideología, inventos y teorías es exponerse a un desempoderamiento de los testículos, figurada o literalmente . Al caso del autobús de Hazte Oir me remito, que si bien no es una asociación de la que participe, consiguieron mi simpatía porque casi son crucificados con un autocar que llevaba un lema/obviedad: las niñas tienen vulva y los chicos pilila . Y con un detalle no menor: hicieron esa campaña con su propio dinero. Quiero decir que si se defiende la variedad, la multiculturalidad y la diversidad, estos muchachos de Hazte Oir caben igual en ello como la asociación de vulvas emponderadas.

El humor. Ese es el sentido principal del taller y de las charlas/chapas youtuberas de la ponente. Me encanta el humor . Me parto de risa. La vida que vivimos es en realidad un absurdo que merece siempre nuestra burla final. Ocurre que no me creo el humor feminista , porque está siempre enfadado: diciéndonos qué es y no es bueno, o gracioso, o correcto, o empoderado, o paritario, o castrador, o marichulo, o facha, o patriarcante o sus muelas. Y después está los «límites del humor», que son los límites fascistas que ponen los que no tienen gracia y que suelen coincidir con colectivos libertarios de libertad y tal. De su libertad, en realidad. Ofendidos sin fronteras . Que se lo pregunten a Rober Bodegas por hacer un monólogo sobre gitanos.

Aprovecho la ocasión para recomendarles el que fue primer (y magnífico) libro de Juan Manuel de Prada y que se titulaba ‘Coños’ y versaba sobre los susodichos con una belleza narrativa, humorística y lírica impresionantes. Muchas feministas lo quisieron quemar en la hoguera . Tal era y es su empoderamiento chochil.