Concejales en Fitur

Y es que la Feria Internacional de Turismo en Madrid se ha convertido en unas mini vacaciones maravillosas en Madrid para todos aquellos cargos y carguillos públicos con todos los gastos pagados y sin ningún control a costa de los contribuyentes. Sálvese quién pueda porque algunos me consta que lo pagan de su bolsillo pero otros muchos no y creo que es justo reivindicar como ciudadana el control de ese gasto y el rendimiento de ese viaje.

Nadie duda de la utilidad de un gran escaparate turístico como ventana al mundo de las bondades de cada región, del gran número de procesos de venta, de los nuevos socios y distribuidores de todo el mundo que puedes captar, de las novedades y estrategias que puedes presentar y ver, de la cobertura mediática de los eventos programados, de las bondades del «feed back» con tus clientes y proveedores.

Y así lo atestiguan los 253.000 participantes, los 142.000 profesionales, las 10.000 empresas expositoras, los 8.000 periodistas y los 165 países y regiones presentes. Así podemos encontrar líneas de trabajo como Fitur Salud , Festivales, Cine, Techy , Know-How, Export, todos orientados a incrementar el negocio turístico en sus respectivas áreas.

Pero para evaluar el éxito de cualquier proyecto habrá que analizar la relación entre coste y beneficio , y en el área de la empresa privada esto lo tienen meridianamente claro . Pero no sé si lo tienen tanto nuestros concejales y alcaldes ya que el dinero del coste de estos estipendios lo pagamos todos con nuestros impuestos, y eso nos legitima a pedirles cuentas de su trabajo en Fitur , de cuánto negocio y tratos buenos para el pueblo se han traído, para que no se quede solo en un todos gastos pagados .

Resulta que la superficie mínima de contratación es de 16 metros cuadrados, y que la tarifa del metro cuadrado es de 143 euros por metro cuadrado de expositor , que el precio del «stand» llave en mano es de 3.300 euros más marketing, consumo de energía ,seguros, viajes, transporte del personal, hoteles, dietas...

En una época de restricciones presupuestarias constantes , de apretarnos el cinturón como ciudadanos, de precios de energía eléctrica y gasolina desbocados, de impuestos en alza, de faltas de presupuesto para pagar servicios sociales para cuidar de nuestros mayores, o ascensores para los edificios de gente con rentas escasas, donde los radiadores de los colegios no se encienden por el gasto que supone, sinceramente, tenemos la obligación de medir el gasto de nuestros políticos en Fitur y el negocio que han generado ellos con su presencia para nuestra ciudad o pueblo, que esto no son unas vacaciones pagadas en la capital.