El colegio de la Asunción

Herederos ambos del Colegio de la Asunción, el Séneca custodia el archivo y los fondos bibliográficos de aquél y el Luis de Góngora el noble edificio, donde destaca la espléndida capilla de la Asunción , construida entre 1708 y 1714, joya por su fábrica y retablo del barroco en Córdoba. De todos los nombres propios que han generado durante 450 años tan egregios centros de enseñanza, destacamos aquí a su fundador, Pedro López de Alba .

López de Alba, alumno de la Universidad de Salamanca , fue médico del emperador Carlos V y del rey Felipe II. Por consejo de san Juan de Ávila se vino a vivir a Córdoba y, también por orientación de dicho sacerdote, decidió instituir una obra pía educativa para jóvenes con pocos recursos. Así fundó el Colegio de la Asunción . En su testamento le legó varios cortijos para su mantenimiento. A este colegio se uniría el Colegio Santa María de Gracia, fundado por los dominicos unos años antes en el convento de San Pablo.

El siglo XVI contempló la creación en Córdoba de tres importantes centros educativos que han tenido continuidad y perviven hasta nuestros días. El citado Colegio de la Asunción (hoy institutos Séneca y Luis de Góngora), el Colegio de Santa Catalina (actuales Reales Escuelas Pías de la Inmaculada) en la plaza de la Compañía y el Seminario Conciliar de San Pelagio , propiedad del Obispado, fundado a la luz de los decretos del Concilio de Trento. Los tres tuvieron desde el principio la huella de los jesuitas, que se hicieron cargo del primero y del tercero y fueron propietarios del segundo, hasta su expulsión de España en 1767. El Estado asumió la propiedad y gestión educativa de la Asunción tras dicha expulsión.

Debe servirnos este aniversario también para reivindicar el siglo XVI . Un siglo de esplendor para España, encumbrada a la cima del poder mundial, con las sombras de cualquier nación europea de entonces, pero con infinitas más luces en política, cultura y economía , que legó a la historia de la humanidad. Un siglo que no ha dejado de ser zaherido por los complejos de los españoles, ahítos de beber de la leyenda negra , y al que apenas se han acercado el cine y la televisión patrios y si lo han hecho ha sido para denostarlo.