Cinco reflexiones del nuevo consejero de Salud, el cordobés Jesús Aguirre, sobre la sanidad

Aguirre ha sido muy crítico con el desarrollo de la ley de dependencia . Ha denunciado que la Junta dejó de cumplir con el 50 por ciento que le exigía la ley, y en reiteradas ocasiones ha pedido al Gobierno andaluz «que asuma su parte en el pago de la Ley de Dependencia , que explique por qué no lo está cumpliendo y que no siga guardando en los cajones los expedientes de los andaluces». Aguirre ha afirmado que un Gobierno del PP garantizaría el Estado del Bienestar a través de «una buena política económica para la captación de recursos». La sanidad, según el político cordobés, es una de las prioridades del PP.

Aguirre también ha cargado contra las «políticas economicistas» de la Junta de Andalucía , empeñada, a su juicio, en reducir costes a base de no sustituir personal. De hecho, ha criticado en varias ocasiones los «colapsos» en Atención Primaria durante épocas vacacionales porque el SAS sólo sustituía a uno de cada siete profesionales . El ahora consejero pedía un «presupuesto digno» porque la salud «no se va de vacaciones».

«En Francia o en Portugal se trata al médico como un señor, mientras que aquí se le falta al respeto de una forma constante. La gente se va de aquí no sólo por dinero, sino por dignidad , pero estos profesionales tienen que volver, y para ello es preciso que la Junta de Andalucía haga un esfuerzo y cuide más al estamento médico», afirmó Aguirre, preocupado por los escandalosos datos de agresiones a facultativos.

El hasta ahora senador del PP ha criticado también que los sueldos de los profesionales del SAS son «los más bajos en comparación con otras comunidades autónomas, y mientras tanto la Junta también lo justifica como medida para no despedir a trabajadores». Los recortes presupuestarios en materia de Salud, según Aguirre, repercuten en el personal, las infraestructuras y la calidad de la atención a los ciudadanos.

Ostentó la presidencia del Colegio de Médicos , que trató de «abrir» a la sociedad a la que se debía la institución, más que a los propios colegiados. «Al médico se le defenderá cuando haya que defenderlo, y para eso está el gabinete jurídico. ¿Cómo se defiende mejor a la profesión? ¿Defendiendo con corporativismo a un compañero que puede ser un impresentable o apartándolo e intentando reeducarlo ? El médico, cuando ha tenido al lado a un compañero con un problema serio le ha tapado, se ha hecho lo posible porque no tuviera problemas y no los causara. Vamos a ser sensatos: si hay una manzana podrida hay que apartarla».