¿Por qué Carlos González se niega a vender?

Uno de los principales motivos es que el negocio le está saliendo aparentemente redondo. Pagó por el club, con ascenso incluido, 4,2 millones de euros. Ahora tiene una oferta, según sus palabras, de «veintitantos millones de euros». Supone multiplicar por cinco su valor.

Otro de los argumentos principales. Aunque Ecco Documática es la empresa dueña del Córdoba y aparente matriz de sus negocios, Carlos González dedica la mayor parte de su tiempo a regentar el club. Es su negocio principal . Al menos, en el que pasa más tiempo y tiene a su círculo familiar trabajando. Por ejemplo, su hijo Alejandro es consejero blanquiverde. También su mujer participa de la actividad de la Fundación del Córdoba . Incluso su hija llegó a ser directora financiera.

Aunque mantiene una relación buena con él, según confesó, no parece que tenga fe en León . De él, comentó que «yo antes de comprar no hice entrevistas, si quieres comprar, compras», en un tirón de orejas. Además, puso en cuestión, indirectamente, la capacidad económica del montoreño para adquirir el club. «¿Cómo puede pagar ahora veintitantos millones y sólo uno hace cinco años», argumentó.

González ha dicho que se marcha porque está cansado del fútbol, pero quizás sería más preciso aseverar que está cansado del Córdoba . Sus coqueteos para interesarse por la situación de otros clubes tuvo altavoz público en el Real Murcia. La prensa local vinculó a González con el conjunto pimentonero. Es posible que el día que el canario deje el Córdoba sea para marcharse a otro club porque siempre ha destacado que «me gusta la gestión deportiva» y quiere demostrar su habilidad en ello.

A corto plazo también hay un impedimento para que González se decida a vender el Córdoba. Hasta el 3 de junio Prasa tiene derecho a la mitad de las plusvalías que genere una enajenación del paquete mayoritario de acciones del club. Por tanto, la ambición del presidente y propietario de la entidad blanquiverde le impide realizar un movimiento antes de esa fecha.

Cuando Prasa vendió el club a Ecco Documática le impuso una serie de limitaciones a la transmisión de esas acciones a un tercero. Por ejemplo, la constructora tiene un derecho de adquisición preferente sobre cualquier proceso de venta que inicie González. Si el presidente quiere vender sus acciones, Prasa tendrá un mes para igualar la oferta y quedarse con la entidad cordobesista. Además, hay circunstancias que dificultan la venta. Un supuesto es que un teórico comprador tiene que subrogarse en todos los derechos y obligaciones que Prasa impuso en su día a González para hacerse con el control del club.

Cada vez que se desvela una oferta y un proceso de negociación de González con un posible adquirente, el presidente del Córdoba , ante la imposibilidad de negar los hechos, utiliza como único y débil argumento para darle la vuelta a la tortilla que «sólo escucho» ofertas para «conocer el valor de la empresa».

Carlos González ha señalado en varias ocasiones que dejará de ser presidente el 30 de junio. Sin embargo, mantiene que «Ecco Documática seguirá siendo máxima accionista» del Córdoba. Por tanto, sin vender y sin estar en la presidencia tiene la posibilidad de seguir mandando en el club en segundo plano.