TRADICIÓN
Las calles de Lucena se vuelcan con la Virgen de Araceli
La localidad se convierte en el espejo de una devoción ancestral en torno a su patrona
Procesión de la Virgen de Araceli
Si hay un domingo marcado en rojo en el calendario de Lucena y los lucentinos es sin duda el del primer domingo de mayo. El Día de la Madre es para los lucentinos el de su Patrona, María Santísima de Araceli . ... Un día de reencuentro familiar pero sobre todo un día de devoción a raudales.
Cada primer domingo de mayo Lucena se vuelca la Virgen de Araceli, por la mañana con la solemne función religiosa y por la noche con la procesión oficial, que convierte a la ciudad en el «velón de mil corazones» encendidos por la « Madre Dulce y buena ».
A las doce de la mañana el Obispo de Córdoba , dos obispos presidían la Función Religiosa en honor a la Virgen de Araceli, Monseñor Demetrio Fernández González, Obispo de Diócesis de Córdoba y Monseñor Mario Iceta, su homólogo en la Diócesis de Bilbao, junto al clero local, en una iglesia de San Mateo repleta de las flores que el sábado depositaron a los pies de la Virgen miles de lucentinos.
Los obispos de Bilbao y Córdoba en la misa
La misa, acto litúrgico por excelencia en el programa de las Fiestas Patronales, contaba como novedad con su retransmisión en directo por el canal nacional 13TV. Tiene la función mucho de ritual devocional, el que resuenan cada año, a la misma hora y en el mismo lugar, los hermosísimos acordes de la Misa del Campo Andaluz , composición musical que aglutina todos los palos del flamenco, creada por el compositor local Antonio Villa Álvarez de Sotomayor hace casi medio siglo y convertida con el paso del tiempo en un símbolo de la tradición aracelitana, magistralmente interpretada por parte de la Coral Lucentina , acompañada por la Orquesta del Conservatorio profesional de Música Maestro Chicano Muño bajo la batuta de Víctor Nájera Sánchez.
Centró Monseñor Demetrio Fernández su homilía en el permanente papel María, Madre, como apoyo constante y reflejo de esperanza, incluso en las situaciones más adversas y pidió la colaboración de los lucentinos para el inminente proyecto de la Diócesis de crear un centro para atender a jóvenes toxicómanos.
Rezo ante la virgen durante la homilía
A las 8 de la tarde se abrían las puertas de San Mateo para que se iniciase la procesión. En esta ocasión la Virgen, vestida con la saya y manto blanco de la Coronación, fue paseada por la cuadrilla de santeros mandada por Manuel Roldán Fernández , recogiendo el fervor de los lucentinos, expresado también en forma de miles de pétalos de flores cayendo desde los balcones.
Acompañaron a la Patrona de Lucena la Aracelitana Mayor – Araceli Dorado Muñoz – y su corte de honor, Agrupación de Cofradías y cofradías filiales; la corporación municipal bajo mazas; representantes de la Policía Local, Guardia Civil y Cuerpo Nacional de Policía; del Colegio de Abogados y los Juzgados de la ciudad; clero y un sinfín de fieles y promesas, alumbrando con sus velas y haciendo interminable el cortejo procesional.
La corte aracelitana ante la Virgen
Antes de entrar en el templo, se apagaban las luces de la Plaza Nueva y la Virgen se aproximaba a San Mateo, mientras empezaban a iluminar el cielo lucentino miles de cohetes , en una magnífica sinfonía de pólvora, humo, color y música aracelitana, en un alarde pirotécnico de treinta minutos de duración.
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