Bellido, alcalde de Córdoba, un valor que cotiza al alza en el PP

En su discurso de despedida, Pablo Casado , el presidente dimisionario, le colocó entre los nuevos perfiles de referencia en el PP, alcaldes que, claro está, patrimonializó como obra suya. Pero pocos minutos después, Feijóo daba cuenta de los miembros de su nuevo comité ejecutvio, y en sexto lugar estaba como nuevo vocal el nombre de Bellido, que coloca una pica en Flandes.

Su irrupción en la escena nacional del partido no es flor de un día, pero sin duda alguna su llegada a la cúpula del nuevo PP que pretende desbancar a Sánchez y gobernar España en apenas año y medio es un hito para los populares cordobeses: la segunda vez que un dirigente se sentará en el núcleo duro de la formación abriendo un hilo más que directo con la ciudad y la provincia.

No hace mucho que José Antonio Nieto , anterior alcalde popular de Córdoba (2011-2015), lo hizo al frente de la Secretaría Electoral en 2018 durante un corto espacio de tiempo.

Bellido es un valor que cotiza al alza en su partido y espera revalidar esta carrera interna con una victoria más holgada en las elecciones municpales de 2023 , lo cual sería romper la maldición de los populares en la democracia cordobesa municipalista de no haber repetido mandato en Capitulares. Pero el regidor no llega porque sí a Génova. El propio Casado lo tenía entre su círculo de dirigentes de referencia. Tanto que ya lo había designado como portavoz del grupo de alcaldes populares encargados de supervisar la gestión de los fondos europeos de recuperación del Gobierno .

Bellido, licenciado en Derecho por la Universidad de Córdoba y máster en Dirección de Recursos Humanos por el ESIC, es vicepresidente de la comisión de Hacienda de la Federación Española de Municipios y Provincias (Femp) , la voz autorizada en la materia de todo el PP, encabezando, además, estos meses atrás de pandemia las críticas de los alcaldes a la falta de recursos llegados desde el Gobierno para hacer frente a la crisis sanitaria .

Pero además, destaca su perfecta sintonía con Juanma Moreno , el presidente del PP andaluz y de la Junta de Andalucía, máxime en un congreso como el celebrado en Sevilla donde se ha ratificado que el nuevo partido nace del pacto entre Feijóo y el líder malagueño, de Galicia y Andalucía -hasta en los videos que se han proyectado con imágenes turísticas y bucólicas de ambas tierras-.

Es más que seguro que uno de los avales de Bellido para este nuevo empeño sea el propio Moreno y su mano derecha, Elías Bendodo, convertido de facto en el número tres del equipo del presidente gallego.

Esa sintonía entre Bellido y Moreno, además de tener sus frutos en un apoyo muy importante de la Junta de Andalucía en proyectos para la ciudad de Córdoba (desde los 100 millones comprometidos para la Base Logística, al apoyo en la operación con la Fundación Thyssen, la Ronda Norte , el plan de ascensores en Santuario, reforma de centros de salud...), ha terminado por limar las asperezas que hace tiempo pudo haber entre el equipo de Juanma Moreno y el PP de Córdoba. A los populares cordobeses se les miraba de reojo por aquello de la ascendencia anterior con sectores contrarios al que capitalizó al político malagueño como cabeza visible de los populares andaluces.

Este entendimento y la posición pulcra y cerrada del PP de Córdoba con Moreno -una formación exenta, por otro lado, de cuitas internas desde que Adolfo Molina cogiera las riendas como presidente- han facilitado las alianzas posteriores y la resolución de muchos problemas o el desbloqueo de proyectos estancados 'per se' para Córdoba.

Y ya tuvo, además, una clara evidencia en el momento en que Moreno le encargó a Bellido la presidencia del comité organizador del último congreso regional de los populares en Granada donde Juanma Moreno salió reelegido por aclamación.

José María Bellido, fiel seguidor del estilo de Paco de la Torre en Málaga como alcalde, o de José Luis Martínez Almeida en Madrid, es por perfil, talante -no provoca rechazo en la izquierda, apela a la moderación y el sentido común- un político en la órbita del talante del propio Feijóo: sin aspavientos, con destreza y diálogo y conocimiento del engranaje.

Dieciocho años de concejal le colocan como el decano de todos los capitulares. Lleva el Ayuntamiento de Córdoba entero en la cabeza, y no digamos ya la hacienda pública. En cinco años ha transformado su habilidad y cintura social, antes de hormigón por su timidez y ahora tan flexible como la de una gimnasta; y la gestión hasta ahora desarrollada en la ciudad parece conferirle todas las papeletas para repetir como alcalde. Probablemente un alcalde de ocho años.