VERSO SUELTO
Arte y ensayo
Cuando se ha abolido el derecho natural, estar contra el aborto convierte a alguien en un hereje
Trinidad Lechuga, en la presentación de actos por los Cristianos Perseguidos
Para que nadie diga que escribo los artículos de opinión de oídas, al dictado del patrón o según el viento favorable, he querido buscar qué era aquello tan horrible que había dicho Trinidad Lechuga sobre las mujeres para que la izquierda piense que no puede ser responsable ... de Salud Sexual y Reproductiva de la Junta de Andalucía. Trinidad Lechuga es una médico de Córdoba que al parecer profesa la religión cristiana y lo hace de forma comprometida y pública. Eso ya les tiene que parecer malo, pero, además, en el pasado estuvo al frente del Secretariado para los Cristianos Perseguidos del Obispado y eso por lo visto la ha convertido, para Podemos y para este PSOE que hace méritos de radicalismo y de agresividad feminista, en una antiabortista que no contenta con serlo se ha ganado incluso los galones de ultra y radical. Se ve que es contumaz en el delito de la libertad de pensamiento.
Así que me puse a buscar por internet lo que molestarse al feminismo y encontré cosas terribles, desde luego. Decía por ejemplo que «en la mayor parte de los periodos históricos las mujeres, si hubieran podido elegir, hubieran escogido no mantener relaciones sexuales con los hombres, no vivir con ellos, no relacionarse con ellos». Una exaltación de la vida de las monjas de clausura en toda regla, que busca meter a la mujer en un convento a rezar, privada de toda sensualidad y todo placer, mientras son los varones los que se reparten el poder y el dinero. Luego me encontré con algo que lo corroboraba: «La condición masculina significa la pertenencia al género que detenta todo el poder». Toda una defensa del género que siempre ha tenido la sartén por el mango, con perdón.
De la indignación con que leí lo siguiente se me cayó el pelo: «¿Tenemos que visibilizar la violencia contra las mujeres ? Yo creo que no, y, por eso, que no cuenten conmigo para dar pábulo a estas cuestiones». Intolerable que quiera silenciar esa lacra infame que siega la vida de más de medio centenar de mujeres al año y proporciona algo por lo que luchar y lucrar a muchas más. La confusión se me acabó con otra frase que me apareció: «La heterosexualidad no es la manera natural de vivir la sexualidad, sino una herramienta política y social para subordinar las mujeres a los hombres».
Eso no cuadraba. ¿Qué estaba leyendo? El torpe que soy se había hecho un lío con los navegadores y las pestañas y estas frases no eran de Trinidad Lechuga, sino de una tal Beatriz Gimeno , a la que Podemos, el partido por el que es diputada en Cortes, ha colocado de directora del Instituto de la Mujer . Por elemental humanidad ahorraré lo de proponer la penetración al hombre como forma de igualdad, pero sí me di cuenta de que la frase de la violencia que puse más arriba se refería sólo a la que se da en las parejas de lesbianas .
De aquella buena mujer cordobesa no encontré ni una frase escandalosa ni un tuit que se hiciera viral y justificase el griterío. Es de suponer que si mostraba su compromiso cristiano no estaría por el aborto, y en un mundo donde se ha abolido el derecho natural que dice que no hay que matar al indefenso, eso la convierte en una auténtica hereje a la que no habrá que dejar que salga de su casa para no contaminar a quienes tienen que creerse este mundo donde el ser humano es el personaje de una película de arte y ensayo . Será que como su área era la de los cristianos perseguidos han querido demostrarle que para encontrarlos no tiene que irse a Arabia Saudí .
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