Andrew Pocrid, diseñador: «Nadie necesita glamur pero hace la vida bella»

Y con 16 años ya hizo su primer curso de patronaje. ¿Lo habían echado de la pandilla?

No. Pero yo siempre he tenido tan claro lo que quería que cuando mi madre y yo planificamos que iría a estudiar a Milán, ella me planteó hacer un curso para tener nociones de patronaje.

O sea: con 16 años ya tenía claro que quería estudiar diseño en Milán.

Ya barajábamos esa idea . Que iba a hacer diseño estaba claro. Fue una etapa muy complicada. Hacía el Bachillerato por la mañana, que eran ocho horas, comía y luego me iba cuatro o cinco horas al curso . Y cuando mis amigos salían de fiesta, yo estaba cosiendo y trabajando.

Y sacrificó unos cuantos botellones.

Por supuesto . Siempre he tenido claro mis objetivos.

A Milán , la meca de la moda, llegó con 19 años . Cuando se bajó en la Estación Central contempló una ciudad fría y gris. «Muy diferente a lo nuestro», afirma sentado en un escritorio de su taller. «Entonces sentí que no me iba a salir bien. Mi familia se quedó una semana conmigo y cuando me quedé solo sentí una pena terrible». El tiempo lo fue curtiendo y terminó por adaptarse. Aprendió a vivir solo y maduró en los tres años que estuvo en el norte de Italia. « Fue un chico a Milán y volvió otro distinto por completo».

¿Quién volvió?

Un chico dando valor a muchas cosas . Por ejemplo, al esfuerzo de mis padres . Estudiar en Milán no es cualquier cosa. Y estoy absolutamente agradecido a ellos. Volvió un chico con las ideas más claras y la seguridad de que podía ser bueno en esto del diseño.

¿Qué aprendió en Milán?

Para empezar, yo era un chico que estaba bajo las faldas de mi madre absolutamente. Aprendí más en lo personal que en lo profesional . Conocí a personas de todos los países y eso era enriquecedor. Aprendí a gestionar mi vida, a planificarme, a tomar las riendas. A nivel profesional, imagínese. He estado viviendo de cerca una de las capitales más grandes de la moda. He visto a las top model más importantes, me he colado en todos los desfiles, he estado con las revistas más influyentes.

Volvió a Córdoba con 22 años . Su madre le compró una máquina de coser y en 2016 se presentó al Salón Internacional de Moda Flamenca (Simof ). Su colección fue un éxito arrollador . Lo colocó en el escaparate. Volvió a cuatro ediciones consecutivas. Hasta que en 2020 llegó la pandemia y lo obligó a cambiar el chip. En febrero triunfó en los Goya. Vistió a Paula Echevarría y Luisa Mayol. Y todo volvió a saltar por los aires.

A Palomo Spain se le cayó su nombre latino. Y a usted también. ¿Lo español no viste?

Viste totalmente. De hecho, Andrés Pozuelo es un nombre que me encanta y también a la gente. Eso fue anecdótico. Cuando me puse el nombre tenía 14 años y fue el que usé para mi red social. Si ahora tuviera que elegir, sería Andrés Pozuelo. Pero ya hay un camino hecho.

Y está preso de Andrew Pocrid.

Parece ser que sí .

¿Y qué significa Pocrid?

Son mis apellidos : Pozuelo Criado.

¿La moda es una forma de mirar la vida?

La moda está en todos sitios . Todo el mundo se viste y, por lo tanto, lleva moda sin quererlo.

¿Y de qué color ve la vida?

El año pasado fue más marrón negro y este año va más tirando al rosa .

2022 es su año.

Porque yo he hecho que sea mi año . He aprovechado mucho el tiempo y tuve claro que con la pandemia lo único que podía sacar de positivo era trabajar. Todo ha estado de mi parte. Nadie te regala nada. Y ahora me está llegando de alguna manera el éxito.

¿La moda es forma o es también profundidad?

La moda es profundidad a la que das la forma . Detrás de las prendas hay un porqué, una visión, una manera de sentir, de ver la vida, que tú materializas en forma de vestidos.

¿Y la moda es libertad o es tiranía?

Quiero creer que es libertad . Es un método de expresión que la gente usa para ser libre y proyectar quién es. No es algo de lo que tienes que ser preso.

Para no ir a la moda hay que tener mucha personalidad.

Quien no va a la moda , de alguna forma va sin querer .

¿Todavía le arde el teléfono por los Goya?

No solamente por los Goya sino porque han sucedido otras cosas. Sí fue el «boom» , pero luego han ido surgiendo apariciones. Ahora tengo una nueva en el Festival de Málaga (por ayer), que ocasionará que siga el subidón.

¿Qué le dijo Paula Echevarría cuando vio el vestido crepé de color negro?

Estaba en el perchero y supo en dos segundos que ese era el vestido. Se lo probó y me dijo: « Chico, yo por mí ya no me pruebo nada más . Me los voy a probar porque sé que has hecho un esfuerzo». Cogió tres para otros eventos.

¿Por qué le eligió a usted?

Esto funciona a través de los «showroom» de moda. Los estilistas van a coger la ropa para las «celebrities», las revistas y las editoriales. Yo tengo una gran agente de comunicación, que es la que gestiona mi firma: Alicia Hernández. Allí tengo mi colección expuesta. Paula tenía claro que quería apostar por un diseñador diferente . Le habían hablado de mí. Y yo le estoy muy agradecido.

¿Qué le debe a Nieves Álvarez?

Le da ese punto de sofisticación a todo lo que toca. Ella es diferente. Y para mí es la más elegante de España. Poder vestirla es todo un privilegio.

Ahora quiere vestir a Penélope Cruz.

Porque creo que tiene que apostar por firmas españolas . Ella tiene a disposición lo que quiera.

¿Se lo ha hecho saber?

Tengo amigos en común . Luisa Mayol, la mujer de Luis Tosar, son íntimos amigos. No tengo prisa y voy paso a paso.

Defina el glamur.

Es algo innecesario , que nadie necesita, pero hace la vida más bella .

Usted sin glamur no puede vivir.

Yo soy el tío con menos glamur del mundo en mi día a día. Hoy me he puesto una camisa para atenderos, pero yo vengo a mi taller con mi chándal .

¿Chándal? Como Rosalía.

Como Rosalía . Porque yo voy al CrossFit, hago deporte, me gusta estar cómodo y en el taller me tiro al suelo para ver los bajos. Hay una parte de imagen y una parte de realidad. Soy un currante de los que me pongo en la máquina a cortar y a patronar.

El diseñador Palomo Spain declaró lo siguiente: «Estamos reinterpretando la masculinidad». ¿Y usted qué reinterpreta?

Yo reinterpreto la feminidad . Palomo es una persona que admiro mucho. Está haciendo un género totalmente diferente a lo que había cuando llegó. Muchos han tomado su testigo. Y yo estoy en el otro punto opuesto.

¿En la moda, y en la vida, las fronteras del género han muerto?

Estamos en ello. Ahora se hacen cosas más abiertas a diferentes opciones . Una prenda de chica también la puede vestir un chico. Es el camino de la sociedad. Quitar barreras y etiquetas.

¿Usted sueña con Versace?

Yo no soy fanático absolutamente de nada, pero Gianni Versace me toca la fibra . No sé qué tiene que me ha hecho estudiar y leer tanto. Pasaba por la casa de Gianni para ver simplemente qué sacaba. Me despierta una gran pasión.

¿Italia sigue mandando en moda?

Las cuatro capitales son París, Milán, Londres y Nueva York . Pero Milán es «prêt à porter» y ahí es número uno. España está atrás todavía.

¿La moda andaluza existe?

Y tiene un sello indiscutible . Tenemos que darle visibilidad y quitarle los complejos.

¿Qué complejos?

Una firma que todos conocemos recordó que cuando comenzó intentaba hacer creer al cliente que no era cordobesa , porque pensaba que era un hándicap en negativo. Y, sin embargo, somos inspiración para diseñadores internacionales. Nosotros, a veces, intentamos renegar de ello. Yo no. Hago moda flamenca incluso.

¿Cuál es el sello de moda cordobés?

Hay que saber que hacer moda cordobesa o andaluza puede ir más allá del tópico de lunares y volantes. Córdoba es una ciudad que se preocupa por el buen vestir. Tiene fuerza y distinción .

¿Le inspira la mujer cordobesa?

El canon de belleza va cambiando . Yo no puedo tener como referente el que tenía en su momento Julio Romero de Torres. Ahora tenemos otros cánones. La mujer cordobesa tiene fama de ser guapa y estilosa. Y estoy totalmente de acuerdo.

¿Las guerras nunca pasan de moda?

Lo que no deberían es estar nunca de moda .