Aguilar de la Frontera | La romería de los Remedios se celebra sin el traslado de la Virgen

De este modo en esta ocasión, y por culpa de la pandemia de coronavirus, la imagen no ha sido trasladada en carreta de bueyes hasta la ermita ubicada en la fuente de don Marcelo a cinco kilómetros de Aguilar de la Frontera .

La cofradía tomó la decisión de que la Virgen no se moviera del templo en el que recibe culto todo el año para evitar las aglomeraciones multitudinarias que se producen en los caminos de ida y vuelta al santuario. Querían así no provocar situaciones que provocaran el contagio del coronavirus en un momento en que la vacunacion ha avanzado, pero no todavía hasta conseguir inmunidad significativa.

No obstante sí que ha habido ocasión de ver a la Señora de Aguilar ataviada con sus galas de Pastora y sobre las andas de romería. Además en la mañana de ayer domingo la imagen salió a la puerta de la iglesia de la Veracruz para presidir el altar dónde se celebró la Santa Misa de Romeros.

Una Eucaristía que contó con la asistencia de cuatrocientas personas, el aforo máximo permitido en el Llano de la Cruz . Fue uno de los momentos más esperados y cargados de emoción puesto que la Virgen no había salido a la calle desde la romería del año 2019.

El párroco, Pablo Lora, destacó la inmensa devoción que los aguilarenses sienten desde hace siglos por la imagen de Los Remedios y puso de relieve la importancia de celebrar esta fe de manera pública.

El programa de actos ha sido el mismo de las romerías en el santuario. Así el sábado se celebró la Misa de Romeros y los turnos de oración de las hermandades filiales ante la imagen. Como nota peculiar hay que destacar que la hermandad filial de Montilla ha participado de todos los actos en Aguilar, algo que nunca antes había sucedido puesto que esta hermandad siempre lo había hecho en el santuario de la Fuente de don Marcelo a dónde se dirige cada año desde el municipio montillano por el camino de Jarata.

Durante todo el fin de semana las puertas del templo han estado abiertas para que los devotos visiten a la Virgen con el deseo de que el año que viene se pueda vivir una romería normalizada con las estampas tan típicas como el paso por el río Cabra o la multitudinaria en la ermita.