Ágora abre una fiesta para todos los paladares en Córdoba

Dieron ese primer bocado y quizá muchos más, porque los más quisieron hacer como una especie de recepción en movimiento , y buscaron las pildoritas de lo que este espacio gastronómico, como le gusta decir a su promotor, Rafael Sanmiguel , va a ofrecer a partir de ahora. Y pasó que las primeras cucharaditas de Ágora pudieron ser del castizo salmorejo, siempre fresco en verano y más que ideal para abrir boca en una noche de sensaciones, pero no siempre abonado al tomate y al vinagre, sino a toda una paleta cromática para la vista y el sabor en La Salmoreteca .

Más allá, la arrocería y freiduría Sal Marina ofrece una lista de arroces que van más mucho más allá del cordobés más tradicional, y también de pescados frescos condimentados de la forma más original. Rafael Sanmiguel, promotor del proyecto junto a J avier Requena , dio la bienvenida prometiendo que Ágora haría honor a su nombre, porque sería un lugar de encuentro e intercambio de pareceres y sabores, que puede ser lo mismo. Así, en la planta baja, con una arquitectura dominada por l a limpidez y las maderas , se iban repartiendo establecimientos, ninguno convencional. No era sólo comer: Estrella Galicia había planteado un ambicioso proyecto con una amplia lista de cervezas y la vinoteca Taninos ofrecía otra larga lista con caldos para los de paladares más curiosos.

Estaba la taberna Volapié , con origen en Jerez, y al alado el exotismo de la comida turca en Estambul , pero más allá De Patané , con una seductora propuesta de quesos, embutidos y jamones ibéricos y patés. La cordobesa Sushi Colors saciaba a los amantes del pescado a la japonesa y para el postre, nada mejor que no salir de la tierra con La Flor de Levante . Pero la noche fue larga y muchos disfrutaron del ocio y las copas en una terraza con inmejorables vistas de la sierra y de Córdoba. «A partir de ahora es cuando hay que empezar a venir », decían algunos anticipándose a lo que tiene que suceder tras la inauguración.