El aceite de oliva de Córdoba, muy útil para la fabricación de medicamentos

Durante el foro se dieron a conocer numerosos estudios sobre los efectos positivos de este producto en el ser humano. Uno de los más relevantes se trató en una mesa redonda dirigida por el catedrático emérito de Medicina de la Universidad de Córdoba (UCO) y gran experto sobre este asunto, Francisco Pérez Jiménez. El doctor indicó que el aceite de oliva, «la grasa más sana que existe», no es un medicamento como tal, sino que es un alimento con múltiples propiedades para prevenir enfermedades, «como el cáncer, la diabetes o numerosas patologías coronarias, entre otros». «Sin embargo, en los últimos años estamos asistiendo a numerosas investigaciones que señalan que determinados componentes pueden destinarse a la fabricación de fármacos», resaltó el exdirector científico del Imibic.

Los polifenoles forman parte de esos elementos menos conocidos del zumo de aceituna. Según Pérez Jiménez, estas sustancias destacan por sus efectos antiinflamatorios y antioxidantes en la sangre, además de ralentizar el envejecimiento de las células, «lo que permite vivir más cantidad de años y con mejor calidad de vida, según marcan distintos estudios».

Otra de las intervenciones corrió a cargo del investigador del Instituto de la Grasa de Sevilla, Wenceslao Moreda, que analizó los beneficios para la salud y su aplicación industrial del escualeno. Este experto destacó que se trata de un componente del que se ha conocido su presencia en el aceite de recientemente, siendo el hígado de los tiburones donde primero se detectó. «Es un compuesto orgánico con distintas propiedades que tiene un alto porcentaje en el aceite, concretamente entre 3,9 y 9,6 gramos por litro», subrayó. Entre sus efectos se encuentran impedir el desarrollo del cáncer y aumentar el colesterol «bueno» en la sangre.