Pasión en Córdoba
La Virgen del Tránsito, el eterno sueño de una noche de agosto en Córdoba
La imagen dormida regresa en su paso a las calles por la solemnidad de la Asunción con los sones de Tubamirum
La Virgen del Tránsito y la hora de su estación ante el Santísimo en la Catedral de Córdoba
Puede ser y es: Nuestra Señora del Tránsito asoma en Córdoba la fe a la calle en su Vía Lucis
Córdoba
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Iniciar sesiónCon impecable puntualidad, justo a las ocho de la tarde, la Virgen del Tránsito estaba saliendo de su iglesia de San Basilio. Los vecinos del inconfundible barrio del Alcázar Viejo, con sus blancas fachadas, esperan expectantes para admirarla de nuevo a la luz del ... día.
Las ganas de volver a saborear esta procesión de solera del 15 de agosto están por todo lo alto. Los mantones de manila en los balcones, las colgaduras, las mantillas blancas en el cortejo presagian la fiesta.
Nuestra Señora del Tránsito sobrecoge como siempre en el momento de la dormición, toda recogimiento. Así celebra Córdoba la solemnidad de la Asunción de la Virgen María a los cielos.
Ella, que no conoció la corrupción de la muerte por no tener pecado, fue asunta a la gloria. De este modo se presenta ante quienes salen a su encuentro: con su joven belleza, su cara llena de ternura, las elegantes manos y su cabello natural.
La delicada obra de la que aún no hay testimonio documentado del autor ni de su fecha de ejecución, aunque algunos la sitúan en el siglo XVIII en el círculo de Gómez de Sandoval, hace soñar al público durante una tarde y una noche no demasiado calurosa porque sopla el viento.
Resplandece en su paso la Virgen en el interior de su urna, que se restauró en 2021 para resolver sus problemas estructurales y luce un dorado impecable. Ahora puede verse en movimiento por las calles, al paso que marca el nuevo capataz, José Alberto Roldán. Avanza rápido y enseguida cruza el arco de Caballerizas.
Pausa forzada
Este agosto sí la Antigua y Primitiva Hermandad de Nuestra Señora del Tránsito retoma con toda la solemnidad de antaño (dos veranos pasaron de largo sin poder por la pandemia). Vuelve a la ciudad una de las procesiones de gloria de más raigambre.
Lo hace en plenitud, mostrando de estreno un estandarte recién restaurado, con la satisfacción de quien sabe esperar a que llegue el día de la gran fiesta porque vive día a día todos los momentos junto a su Madre. El íntimo rezo del Vía Lucis del año pasado este año se hace procesión.
El perfume de los nardos, como eterno adorno floral, compite en el aire con el incienso. La Virgen de Acá, de San Basilio por su puesto, trasciende y se tiene ganado el cariño de toda la ciudad, se hace cercana y arranca oraciones allá por donde pasa. Siempre conquista a los curiosos turistas que ocasionalmente lo viven con asombro.
Tubamirum, la banda de música de Cañete de las Torres con la que mantiene una sólida unión desde hace más quince años, volvió a acompañar a la dulce imagen dormida.
Marchas como 'Tránsito, flor de nácar' (que se escucha por primera vez en las calles), 'Mi Esperanza', 'Alma de la Trinidad', 'Esperanza Macarena', 'Triana de Esperanza', 'Coronación' y 'Aurora' engrandecieron el desfilar de la Virgen.
En el cortejo van representaciones de las hermandades del Carmen de Puerta Nueva, el Carmen de San Cayetano, Virgen de Linares, Fátima, Pasión y la Sagrada Cena, junto con la presidenta de la Agrupación de Cofradías, Olga Caballero.
El sentido de esta procesión es hacer estación ante el Santísimo en la Catedral. Como siempre imponentes resultan estos momentos en el templo mayor. En el Patio de los Naranjos suena la marcha 'El Corpus'.
Al regreso a San Basilio, ya en plena noche, todo se vuelve más íntimo con el deseo de que no se termine.
Las colgaduras azules dispuestas ante la parroquia de San Basilio aluden a que su barrio siempre reza contigo. Mientras la silueta se pierde de la vista resuena en la memoria el eco del nuevo himno interpretado en su honor estos días de atrás en el triduo, compuesto por Segundo Gutiérrez y hermanos Benito Martínez: «De San Basilio subió / resplandece y no marchita / por ser del cielo y firmamento / la más bella flor que habita. / Mira mi humilde oración / que, con devoción, suplica / ¡Sálvame, Virgen del Tránsito! / ¡Sálvame, Madre bendita!'.
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