Tras salir de la iglesia de San Fernando, la imagen se dirigió a los Jardines Virgen de la Estrella para recorrer el corazón de su barrio en busca de su largo camino a la carrera oficial. Allí se sucedieron el incienso y la música.
Primero se le cantó una saeta, mientras el paso de la Virgen estaba detenido y después, a un ritmo ligero que no excluye la belleza, se escuchó una marcha de carácter brillante y triunfal, habitual en su largo camino en el Lunes Santo de Córdoba. La interpretó la banda que lleva su nombre.
Nuestra Señora de la Estrella, tras los pasos del Señor de la Redención, resplandecía en un paso en el que la innovación en el exorno floral es una de las señas de identidad, y que en este 2023 era de especies variadas en color rosa pálido, muy característico en Ella.
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