Rocío Arranz abre su etapa en el Amor de Córdoba con la formación y la obra social como bandera

La formación, la espiritualidad y la obra social son algunos de los proyectos más ilusionantes. La cofradía tuvo al nacer el impulso del obispo dominico Fray Albino y mantendrá su vinculación con la Orden de Predicadores. «El plan de formación será de espíritu dominico . Habrá sesiones formativas y buscaremos los lugares dominicos», explica. Eso se tendrá que notar también en la propia actitud del cortejo de nazarenos del Domingo de Ramos , ya que la nueva Junta de Gobierno quiere que allí se proyecte la formación.

Los actos de culto externo mantendrán la impronta social de los últimos años. Así, el Vía Crucis del Cristo del Amor seguirá pasando por las casas de los hermanos y devotos enfermos. «Se hará también el ejercicio de las Cinco Llagas con el Señor del Silencio , que se vinculará a los niños con autismo, porque son los niños del silencio», explicó. El rosario de la aurora de María Santísima de la Encarnación se dedicará «a la vida consagrada y se visitará a las Mercedarias , que están en la feligresía».

Precisamente en su entorno más próximo, castigado por el desempleo , centrará la cofradía su obra social. Rocío Arranz habla de recogidas de alimentos, la colaboración con las familias de niños con autismo y también de campañas de recogida de sangre , que en Cuaresma tuvieron mucho poder de convocatoria. Se mantendrá la colaboración con Adevida iniciada en los últimos años.

Rocío Arranz se vinculó a la cofradía en 1992 como costalera de la Virgen de la Encarnación. Fue bajo sus trabajaderas quince años y desde entonces viste la túnica nazarena. Ha formado parte de la Junta Gestora en estos últimos años. En lo patrimonial, con la vista en la Semana Santa , uno de los grandes proyectos es la terminación del paso de Nuestro Padre Jesús del Silencio en el Desprecio de Herodes, conforme al proyecto que se aprobó en 2009. La talla está completa, pero falta la terminación, que tiene que combinar las partes doradas con el barnizado en caoba . Es algo que la cofradía quiere acometer para el próximo año y que se encomendará a Manuel Valverde Serrano.

La nueva hermana mayor también planea crear cuerpos de acólitos ante los titulares, para lo que se aprovecharían los antiguos varales del paso de palio de la Virgen de la Encarnación. «También hay que restaurar el paso del Cristo del Amor, que tiene algunos daños en el dorado», concluye Rocío Arranz, primera mujer en ser hermana mayor de la cofradía del Cerro.