El recogimiento imponente de San Lorenzo por su barrio

En Córdoba es mucha la tradición devota a muchos santos. Uno de ellos es San Lorenzo . El santo que da nombre a la parroquia y a la deovoción de un barrio procesionó anoche por las calles cercanas a su templo , en el que reside durante los otros 364 días del año.

Como si el tiempo no hubiese pasado, como si siempre hubiese estado ahí, acompañando a los suyos , a los que les lanzaban una mirada de compasión y de ayuda y a los que simplemente admiran su presencia. Y allí salió de su templo cuando pasaban algunos minutos sobre las nueve de la noche.

Lo hizo sobre su nuevo paso , con la iconografía nueva de la hermandad y con los últimos rayos de sol resistiéndose a marcharse para poder observar a San Lorenzo partir. Además lo hizo con un acompañamiento musical diferente . La banda de Cañete de las Torres no pudo continuar un año más tras el paso y las distintas bandas con las que la propia parroquia y la hermandad del Calvario se puso en contacto no pudieron atender la llamada.

Sin embargo, la procesión no deslució en ningún momento. El Trío de Capilla elevó la solemnidad de la procesión y rellenó de pasión a los que se acercaron hasta el cortejo para poder observar de cerca al Santo. El paso abandonó la Plaza de San Lorenzo por Roelas , llegando a la Plaza de Don Arias. El sol terminó por sucumbir, la noche hizo acto de presencia, las lágrimas de San Lorenzo se fundieron en el cielo mientras que en la tierra, el alegre andar del paso les hacía llegar hasta la Plaza de SanRafael, la del Buen Suceso y pasar por Jesíus Nazareno, Compás de San Agustín hasta llegar a Obispo López Criado.

San Lorenzo se sentía cada vez más cerca de casa, de nuevo, con el olor a incienso ya impregnado allí por donde pasaba . Abandonó la calle Montero para aparecer en la Plaza de San Juan de Letrán para después coger Alvar Rodríguez y llegar hasta María Auxiliadora.

La procesión fue muriendo lentamente, no sin antes ser disfrutada, no sin antes mirar a San Lorenzo y reflexionar, pedirle y sentirla fe ante uno de los santos mártires. El paso llegó nuevamente hasta la Plaza de San Lorenzo, hasta el templo del mismo nombre . Con el repique de las campanas, la imagen pisó nuevamente su casa, donde pasará otros 364 días esperando a los suyos.