San Fermín llevará en Pamplona un 'capotico' con símbolos y bordados de Córdoba

Los arcos polilobulados de la Mezquita-Catedral de Córdoba se alzan donde hay unas sedas de San Lorenzo y San Saturnino. De este modo, algo de Córdoba se queda para siempre en esta prenda litúrgica de San Fermín, por los símbolos y por la manufactura.

También figuran San Fermín y San Francisco Javier, con el escudo del Reino de Navarra. En la estola se ven dos orlas con los arcos de la Catedral de Pamplona, las Cinco Llagas de Cristo y el escudo de la parroquia de San Lorenzo.

La técnica utilizada ha sido el bordado de repostero (hecho como antiguamente) con cordonería de oro, lentejuelas de oro y piedras preciosas en tisú de oro y sedas, del color rojo típicamente sanferminero. Se han inspirado mucho en los trabajos que de este tipo existen en los monasterios y catedrales de España, como ilustra Carmona.

Aunque lleva entregado desde enero de 2021, el 'capotico' no se ha podido dar a conocer por culpa de la pandemia hasta este lunes. Su bendición ha sido en la iglesia de San Lorenzo de Pamplona, durante la sexta misa de la Escalera, ante una gran expectación de sus devotos, y con la presencia de ambos artistas y del alcalde de Pamplona, Enrique Maya .

Y no será hasta las próximas fiestas cuando San Fermín lo luzca, en su día grande, dentro de un mes.

El bordador Rafael Carmona señala que es « un orgullo para mí como cordobés y mi equipo de colaboradores que Córdoba esté presente en Pamplona con mi trabajo porque es una devoción universal», mientras recuerda que ha sido por mediación del párroco y sufragado por los devotos.

¿Y cuál fue la génesis del encargo? Con muchos años de experiencia como bordador, Rafael Carmona da a conocer su labor en internet. Un día le pidieron por teléfono precios de una saya y un manto para una dolorosa. Llegaron a un acuerdo y cuando llevó este trabajo a la parroquia pamplonesa, surgió el encargo del capotico.

Junto a Carmona y Ruiz han trabajado las bordadoras María del Mar López y Manoli Jiménez, el bordador de sedas de Carrión de los Céspedes Gabriel Cuadrado y Jesús Cuesta, orfebre de Peñaflor.

Tal fue la respuesta en Pamplona para costear el nuevo capotico que se recaudaron fondos para pagarlo íntegro y todo lo sobrante, que ha sido mucho, se ha destinado a Cáritas y a los damnificados por la guerra de Ucrania.