Pasión en Córdoba
Restauraciones de imágenes en Córdoba: entre la ciencia, la búsqueda de lo original y el respeto
La aparición de prestigiosos profesionales ha traído consigo intervenciones valiosas en las últimas décadas
La despedida de la Virgen del Socorro de Córdoba para su restauración será el 5 de enero
María Santísima Nazarena de Córdoba se someterá a restauración desde finales de septiembre
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Una gran mayoría de las imágenes antiguas de la Semana Santa de Córdoba han pasado por restauración en las últimas décadas y hay un denominador común en todas ellas: ninguna ha generado polémica. No se recuerdan casos como el de la Macarena.
Casi todas volvieron como salieron y cuando hubo cambios fueron recuperaciones de policromías originales y efectos perdidos, que tuvieron el consenso de que habían sido buenos trabajos. Confluyen en la ciudad el trabajo de los imagineros, que hicieron restauraciones respetuosas, y el de los restauradores profesionales.
De entre las intervenciones realizadas en la ciudad en los últimos años fue destacada la del grupo escultórico de Nuestra Señora de las Angustias, que permaneció casi un año en el Instituto Andaluz de Patrimonio Histórico (IAPH). La intervención rescató en las imágenes de Juan de Mesa la policromía que con mucha probabilidad será la original.
Además, se retiraron unas lágrimas de la Virgen documentadas en el siglo XVIII y se sustituyeron por unas más proporcionadas. Generó expectación y el tono de la policromía antigua, lleno de sutileza, mereció en 2011 la admiración de los cofrades de Córdoba.
Veneración
Antes había empezado a trabajar en Córdoba el taller de Regespa, con Enrique Ortega y Rosa Cabello, que trajo las últimas técnicas y el enfoque más profesional al cuidado de las imágenes. Allí se restauró en 2008 a una de las imágenes más veneradas de Córdoba, la Virgen de los Dolores, y el resultado fue que la Señora regresó tal y como se fue.
Este mismo taller se ocupó en 2021 del Señor Rescatado, que recuperó la limpieza y el brillo conservando toda su impronta y personalidad. Por allí pasaron también Jesús Caído, la Virgen del Mayor Dolor en su Soledad, el Señor del Calvario, la Virgen de las Lágrimas y el Señor de la Caridad a lo largo de los últimos años, además del Cristo del Amor.
Desde hace poco más de una década, muchas cofradías confían en Ana Infante de la Torre, que ahora restaura a Nuestra Señora del Socorro y en breve lo hará con María Santísima Nazarena.
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Las restauraciones en los últimos años han permitido además recuperar aspectos que en las imágenes aparecían ocultos y policromías sorprendentes. María Santísima de Gracia y Amparo recobró en 2004 la encarnadura del siglo XVIII tras el trabajo de Miguel Ángel González.
El escultor restauró a varias imágenes, igual que Antonio Bernal, que realizó intervenciones en los titulares de la Pasión, Buen Suceso, la Esperanza y la Paz, entre otros muchos.
Emergió parte de la sangre en Jesús Caído tras la restauración de Regespa, y sobre todo sorprendió el Señor del Huerto en 2024. El trabajo de Ana Infante de la Torre permitió ver algo hasta entonces oculto: el sudor de sangre en la frente y en las manos, de acuerdo con el relato del Evangelio.
Imágenes con Gracia y Amparo y Tristezas han recuperado policromías que estaban ocultas
La misma profesional rescató la policromía antigua de Nuestra Señora Madre de Dios en sus Tristezas, titular del Remedio de Ánimas, y que desde entonces ha ganado en expresividad sin dejar de ser la misma imagen.
Todo ello tiene que ver con el exterior, pero también hay consolidaciones interiores con materiales y técnicas poco invasivas que aseguran la conservación de las imágenes. Las restauraciones en las cofradías de Córdoba han dejado casi siempre satisfacciones.
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