El Prendimiento de Córdoba acogerá en noviembre de 2025 el Encuentro de Hermandades Salesianas

El hermano mayor de la cofradía decana del Martes Santo de Córdoba, Francisco Javier Martínez, destacó que «este encuentro es una ocasión magnífica para conocer la importancia y el arraigo de las hermandades y cofradías nacidas bajo el espíritu salesiano».

Además, hay que destacar que este evento se enmarca dentro de los actos del 125 aniversario de la Casa Salesiana de Córdoba, que comenzarán igualmente el próximo año y que se extenderán hasta 2026. Se festejará así una larga presencia en la que los hijos de Don Bosco han dejado una honda huella en la educación y en la sociedad del barrio de San Lorenzo y de toda la ciudad.

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Por su parte, el obispo invitó a los cofrades salesianos a vivir con intensidad su labor, siendo este encuentro una magnífica ocasión para poner en valor el carisma de las hermandades salesianas. El programa del XI Encuentro Inspectorial de Hermandades Salesianas se dará a conocer en los próximos meses.

Se trata de un encuentro que goza ya de una amplia tradición y de mucho respaldo por parte de las hermandades que están radicadas en templos salesianos. No se trata de una simple cuestión de ocupar la sede canónica, sino también de imbuirse de su espíritu.

Así, en uno de los encuentros, que se celebró también en tierras cordobesas, en Palma del Río, se distinguió a las hermandades participantes como miembros de pleno derecho de la Familia Salesiana, cuando hasta entonces tenían la consideración de grupos de adultos de afinidad.

En la diócesis de Córdoba, de hecho, existen hermandades también con el carácter salesiano en localidades en que los hijos de Don Bosco establecieron presencia y casa. Sucede en Palma del Río, con la cofradía de la Entrada Triunfal, y con la cofradía de la Juventud de Montilla.

En Pozoblanco está la hermandad del Cristo del Perdón y la Virgen de la Amargura, y en todas ellas la veneración de estas cofradías se une a la de María Auxiliadora, la advocación con que los salesianos rezan y fomentan la devoción a la Madre de Dios.