La tierna imagen ha sembrado la alegría por las calles del Centro, acompañada en su cortejo por los jóvenes de esta corporación. También entre el público las familias y los niños se han deleitado a su paso.
La Agrupación Musical de la Sagrada Cena de Córdoba lo ha arropado con un repertorio de marchas clásicas. Los villancicos los ha tocado durante su pasacalles previo hacia Capuchinos.
Todo habla de la Navidad en esta procesión: las luces que llenan las casas, las ventanas y los escaparates, las colgaduras. Y todo suena a Navidad: las campanitas, cascabelitos y bolas de Navidad en el paso no paran de hablar del reciente nacimiento del Niño Dios.
Decoración vegetal
El exorno de las jarras va en blanco, con rosas, rosas de pitiminí, flor de cera, hojas de roble y pinsapo. A las cinco de la tarde, más temprano que en su anterior cita del 2 de enero de 2022, el paso del Pastorcillo Divino, guiado por el capataz Juan Luque, ha salido de la nave de Capuchinos para recorrer las emblemáticas calles de su feligresía.
El Pastorcillo Divino, que carga con la oveja perdida, luce una túnica bordada en oro sobre terciopelo corinto, pelliza blanca anudada a la cintura y zurrón terciado a su izquierda. Lleva potencias en plata de ley y joyas de su ajuar particular, entre ellas un broche dorado regalo del Grupo joven del Redil.
El colegio Divina Pastora y la Asociación Belenista de Córdoba, con la que está hermanada el Redil, tuvieron representación en el cortejo.
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