La Cuaresma en ABC
La Pasión en granate y oro, vivida con el Señor del Buen Suceso de Córdoba
El nazareno conmueve e invita al recogimiento en el rezo del Vía Crucis de las cofradías en la Catedral
El Señor del Buen Suceso abre el pórtico de la Cuaresma
Córdoba
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Iniciar sesiónY Nuestro Padre Jesús del Buen Suceso, sobre el esplendoroso paso escogido, todo brillo y dorado, impregnó de recogimiento y espiritualidad el rezo común del Vía Crucis de las hermandades en la Catedral.
En granate y oro. La seriedad del color de la ... túnica lisa del Señor y el tono de las flores a sus pies se amoldaron al estado de ánimo cuaresmal que regía esta tarde de sábado.
Rosas, tulipanes y fressias rojas, flores de cera fucsia y helechos de cuero embellecían el paso. Contrastaban con el dorado de las andas que talló Castillo Lastrucci salpicada con ángeles de Buiza, cedidas por la hermandad del Cautivo de Espejo, sobre las que excepcionalmente estuvo este sábado.
El Vía Crucis de las cofradías con Jesús del Buen Suceso de Córdoba, en imágenes
Valerio MerinoLa Catedral acoge el acto penitencial de las hermandades, presidido por el obispo, Demetrio Fernández
Fue el primer Vía Crucis de las cofradías para el Señor del Buen Suceso. Este sábado iba solo, sin el resto de figuras habituales de su misterio. Lució en su pecho un broche con su nombre y en el cuello de la camisa dos joyas prendidas, todo donado por hermanos.
Este singular nazareno, el único de la capital que carga la cruz sobre el hombro derecho, hizo revivir a los cofrades los momentos esenciales de la Pasión y Muerte de Cristo en la inmensidad del bosque de columnas de la Mezquita. Fermín Pérez desglosaba como es clásico, estación a estación, los momentos más señalados de la Pasión.
El tradicional rezo en la Catedral, que presidió el obispo de Córdoba, Demetrio Fernández, abrió el pórtico de la Cuaresma el primer sábado de este periodo de conversión previo a la Semana Santa.
El ruego del obispo
«Bendice a nuestras hermandades», rogó el prelado en las palabras iniciales con el deseo de que tras la meditación que iban a realizar «vivan relaciones verdaderamente fraternas» y con «solidaridad al ejercer la caridad».
Mucho antes, al asomarse el Señor a la plaza de San Andrés iniciaba el viaje para adentrarse en las calles con la cruz a cuestas mientras el viento y su caminar mecían la túnica. Todo elegancia. Qué fugaz e intenso era el encuentro.
El Señor, del siglo XVII y autor anónimo, soportaba el peso de la corona de espinas con dulce gesto. La incertidumbre por lluvia, que acechaba en las previsiones, se fue disipando y la tarde fue abriendo para darle todo el brillo al comienzo del traslado.
El elegante traslado del Señor del Buen Suceso a la Catedral de Córdoba, en imágenes
Valerio MerinoLa imagen avanza por las calles con paso sobrio, en el cincuentenario de la fundación de su cofradía
El singular nazareno estuvo precedido por un muy numeroso cuerpo de hermanos del Buen Suceso, que arropó desde el minuto uno a su titular con los cirios y su compañía, nada más salir de San Andrés. La Virgen de la Caridad, vestida de hebrea, permanecía en su templo aguardando el regreso de su Hijo.
El Señor buscó la Catedral en un trayecto de algo más de dos horas y en su callejear pasó ante la basílica de San Pedro, un lugar emblemático en el universo de su historia de medio siglo. La imagen procedía de la iglesia de la Magdalena, pero se custodiaba en las atarazanas de San Pedro. De allí fue tomado para convertirse en lo que es en la actualidad.
Este sábado, si importante era el color, también lo era la melodía que ilustraba el acontecimiento. Resultaba una jornada muy rica y diversa en la tonalidades musicales.
El coro y orquesta Auxilium Christianorum, del santuario María Auxiliadora, elevaba al cielo sus honda plegarias ante el Señor en su camino de ida y durante el Vía Crucis. 'Cristo, recuérdame cuando llegues a tu Reino' cantaba.
Al regreso le aguardaba al Señor por la intimidad de la Judería y hasta el final el repertorio en esencia fúnebre y sobrio preparado por la banda de música de la Estrella, que cada Martes Santo acompaña a la Virgen de la Caridad los últimos años.
'Saeta cordobesa', 'Margot', 'Mater mea', 'Soleá dame la mano', 'Valle de Sevilla' y 'Virgen de la Caridad' fueron algunas de las obras seleccionadas.
En 1973 Nuestro Padre Jesús del Buen Suceso llegó a la parroquia de San Andrés. Cincuenta años después, la hermandad está reviviendo cada sorbo de su historia y las hermandades, a través de la Agrupación, le concedieron el protagonismo esta Cuaresma.
En el mes de octubre echó a andar su celebración, pero, sin duda, el de este sábado ha sido uno de los más intensos y profundos para esta corporación del Martes Santo.
Por tercer año consecutivo, con el Señor del Calvario en 2022 y Jesús Nazareno en 2021, un nazareno se alzó protagonista del Vía Crucis de las hermandades para llevar a Córdoba por el sendero de la Pasión.
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