El padre Cristóbal lleva su ejemplo de entrega por las calles de Córdoba

Este sábado por la noche ha sido una buena oportunidad de hacer justamente eso, detener la mirada en su figura. La imagen del padre Cristóbal, que luce un nimbo de plata de estreno, pisa las calles por primera vez en su historia por cumplirse tres siglos y medio de la fundación de la congregación de Hermanas Hospitalarias de Jesús Nazareno Franciscanas.

La tremenda emoción desborda por igual a las religiosas, a los mayores, a los niños y profesores del colegio y a los cofrades. Las hermanas de Jesús Nazareno han puesto todo su esmero en que el beato Cristóbal sea conocido en las calles y los devotos lo reciben con los brazos abiertos a la salida y a su paso por la residencia.

Ya fue beatificado en el año 2013, recibe cultos en su honor, pero el 23 de julio supone un hito más concreto y tangible para expandir su figura a todos los cordobeses, más allá de la Casa Madre.

Aunque nació en Mérida, el padre Cristóbal ejerció su ingente labor asistencial en Córdoba y fue un vecino muy querido de la Ajerquía, protector del pueblo, amigo de niños y personas mayores.

Las hermanas de Jesús Nazareno ven en el padre Cristóbal un estímulo de fraternidad, cariño y ayuda a los necesitados, un auténtico motor vigente en pleno siglo XXI.

Córdoba fue el lugar donde desplegó su vocación sacerdotal y su quehacer en el hospital de Nuestro Padre Jesús Nazareno para atender a los más desfavorecidos. En la puerta colocó el lema «Mi providencia y tu fe tendrán esta Casa en pie».

Córdoba sigue siendo espejo de su buen hacer. Como en toda efeméride los gestos se han pensado mucho y no queda nada al azar, tampoco las visitas a templos llenos de simbolismo.

Sobre el paso en el que habitualmente procesiona San Lorenzo mártir, el beato Cristóbal acude a la parroquia de San Lorenzo porque la Virgen de Villaviciosa fue devoción del recordado sacerdote.

Las campanas suenan mientras el padre Cristóbal devuelve la visita que cada septiembre le realiza la corporación de Villaviciosa, que lo tiene como cotitular en su sede de San Lorenzo.

Y otra parada especial es la parroquia de San Andrés, pues a ella pertenece la iglesia hospital de Jesús Nazareno. El día elegido para el histórico desfile ha sido la víspera de la festividad del Padre Cristóbal, que llega este domingo.

Es la primera vez que el religioso luce un nimbo en plata obra del orfebre Manuel Aguilera. En este día abrasador el paso va guiado por el capataz Francisco Luis Castaño.

La gran familia nazarena, con la Congregación de Hermanas Hospitalarias de Jesús Nazareno Franciscanas, la hermandad de Jesús Nazareno, el colegio y la residencia del mismo nombre, ha puesto todo el corazón para esta jornada. Con los cirios alumbran y acompañan el camino del Beato Cristóbal, como este sacerdote nacido en Mérida hizo en su momento, en el siglo XVII, desde la hora en que la cofradía de Jesús Nazareno le cedió un pequeño hospital y nació su inseparable vínculo con Nuestro Padre Jesús Nazareno.

La imagen realizada por Antonio Bernal en el año 2013 ha partido a las nueve de la noche de la iglesia de Jesús Nazareno. Su bolsa llena de comida y su mano derecha sosteniendo pan dispuesto a entregarlo muestra la generosidad y caridad con la que vivió para los demás.

En su alegre desfilar el padre Cristóbal lleva el acompañamiento de los 'músicos de Dios' de la agrupación Cristo de Gracia, quienes con sus marchas han impregnado el ambiente de fraternidad, júbilo y música.

En su banderín llevan la insignia de Jesús Nazareno que las Hermanas Hospitalarias y la cofradía del mismo nombre les han regalado. 'Jesús Nazareno', 'Tu mirada', 'Nuestro Señor', 'Dios está aquí', 'Penas de San Roque' y 'Santo es el Señor' son algunas de las piezas interpretadas.

La alegría por 350 años ya alcanzados de Providencia y amor y por los que vendrán adorna esta procesión para el recuerdo.