Pasión en Córdoba
Once apóstoles de la Sagrada Cena, en el altar de cultos del Rocío de Córdoba
La hermandad de Poniente cede todas sus imágenes secundarias menos Judas para recrear Pentecostés
La hermandad del Rocío restaurará sus dos simpecados
El altar de cultos de la hermandad del Rocío de Córdoba vuelve a sorprender. Si el año anterior giraba en torno a San Juan Pablo II, éste incorpora once apóstoles del misterio de la Sagrada Cena para recrear Pentecostés en torno a ... su bendito Simpecado.
Son todos menos Judas, el traidor los cedidos por la hermandad de Poniente. San Juan y San Pedro ocupan el lugar más elevado, mientras a distinta altura se disponen las otras figuras.
El equipo de mayordomía, priostía y damas camaristas del Rocío trabajaron para que el sábado el altar apareciese así en su capilla de la Real Iglesia de San Pablo.
La corporación de gloria indica que «celebrar a la Virgen del Rocío es celebrar a la Virgen tocada por el Espíritu Santo. Precisamente es el espíritu de la Iglesia el gran protagonista del altar montado para los cultos».
El Espíritu Santo aparece en el centro derramando sus gracias. Desde ahí reparte sus dones a esa Iglesia naciente, representada en los apóstoles que, transformados por el espíritu, dan testimonio de esa palabra encarnada que es Jesús Resucitado.
María, mujer tocada y redimida por Cristo, ocupa también la zona central, representada en el Simpecado. Sostenido por ángeles celestiales que elevan la fe y la pureza de María, suben al cielo el sol y la luna, como es representada la Madre del Altísimo, según detalla la hermandad del Rocío.
La intención es mostrar a Nuestra Señora del Rocío «como intercesora para todos los creyentes» y «como Madre de la Iglesia en ese momento de la efusión del Espíritu Santo sobre los apóstoles».
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La candelería cuenta con más de 120 piezas que, como narran los hechos de Pentecostés, simboliza al gentío que oraba en el piso de abajo de la casa mientas Ella estaba en el superior con los apóstoles de Jesús.
El Rocío agradece su colaboración a las hermandades de la Estrella, la Paz y Esperanza, la Entrada Triunfal y la Sagrada Cena. La junta de gobierno de esta última corporación dio el visto bueno el pasado 10 de febrero a la cesión de las imágenes.
En 2005, por el Año Eucarístico, el altar del Corpus Christi en la plaza de las Tendillas acogió al misterio completo de la Sagrada Cena, con el Señor de la Fe y Judas.
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