Una nueva insignia remarca el carácter real de la hermandad de la Paz de Córdoba

Un nuevo signo visible de esta condición quedará patente en el cortejo durante la estación de penitencia, gracias a un banderín bordado en oro denominado del Rey Juan Carlos I que acaba de recibir la cofradía, donado por la familia Fernández Poyatos.

La nueva insignia se bendijo en la función de regla celebrada el domingo en la iglesia de Capuchinos. El taller del malagueño Salvador Oliver lo ha realizado el bordado en oro fino, con giraspes artesanales y sedas de diferentes colores sobre tafetán de seda.

Empleó para ello «diversos tipos de puntadas del bordado artesanal entre las que destacan la hojuela y las cartulinas», según detalló la corporación este lunes.

Fue el cofrade de la Paz Manuel Fernández Poyatos quien encargó su elaboración, para la que se ha seguido las indicaciones del Real Decreto de 1977 que aprobó el reglamento de banderas y estandartes, guiones, insignias y distintivos.

El guion es un pendón cuadrado, rodeado de un cordoncillo de oro, «del que arranca un fleco de hilo del mismo metal», según la información aportada por el propio donante en un comunicado.

El fondo es azul oscuro y bordado sobre él lleva el escudo cuartelado. En el centro figura escusón de azur y fileteado de gules, tres flores de lis de oro, que es de Borbón.

«Lleva acolada al escudo la cruz de Borgoña de gules y, a diestra y siniestra de la punta, el yugo en su posición natural con cintas, y el haz de cinco flechas, con puntas hacia abajo y cintas, todo ello de gules», indica la descripción.

Además de esta novedad patrimonial, la Paz será la segunda de la jornada, en lugar de tercera, y acortará su camino de regreso a Capuchinos.