Historia
Marco incomparable y atractivo: por qué la carrera oficial de Córdoba pasó por la Mezquita-Catedral en los años 60
Las intenciones de la Agrupación de Cofradías y el Ayuntamiento se centraban más en la estética que en la estación de penitencia
El imán del Patio de los Naranjos para la Semana Santa de Córdoba
Córdoba
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Iniciar sesiónDesde que en las décadas de 1980 y 1990 se empezó a hablar de que todas las cofradías pasaran por la Mezquita-Catedral de Córdoba, se hizo recordado que debía hacerse estación de penitencia en el interior. Como carrera oficial, que sería el ... objetivo último, o de forma individual para las hermandades que quisieran, como hizo el Santo Sepulcro.
Entonces se hablaba de la mala experiencia de la década de 1960. ¿Qué sucedió? En 1960, la carrera oficial comenzaría en Diario de Córdoba, seguiría por San Fernando, subiría por Cardenal González y pasaría por el Patio de los Naranjos. No pasaban las cofradías al interior.
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Eran los años en que la ciudad, y España entera, se abrían al turismo, y la idea era más bien estética. La Agrupación de Cofradías editó aquel año una revista en que lo decía de forma explícita: la Semana Santa «encierra en sí facetas de insospechado interés para cuantos de fuera vengan a admirar nuestros desfiles».
Y ese atractivo debía aumentar ese año, en que todas las procesiones «tienen como centro vital el marco incomparable, único, riquísimo en sensaciones artísticas, de la Catedral-Mezquita». Así figuraba en el texto que proporcionaba información sobre las procesiones de aquel año.
Las cofradías entraban por la Puerta de Santa Catalina y salían por la del Perdón y no entraban al interior. «Nuestro lema es incrementar el culto público a nuestras venerandas imágenes y hacer que la Semana Santa cordobesa adquiera, de día en día, más esplendor, más notoriedad y fama, incluso fuera del ámbito nacional», decía la publicación.
La experiencia, en la que también apoyo el Ayuntamiento, no fue del todo buena. Al año siguiente se intentó hacer compatible con el paso por el Centro y poco después se afrontaron nuevos cambios hasta regresar a la plaza de Las Tendillas en 1963.
El siguiente intento, largo de gestación, sí fructificó porque buscaba precisamente acceder al interior y dar un sentido religioso a las estaciones de penitencia. Desde que comenzaron las primeras hasta que lo hicieron todas postrándose ante el Santísimo o la Cruz Guiona.
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