¿Qué imágenes de Córdoba han salido en procesiones de rogativas?

Los datos de las rogativas más destacadas, recopilados por David Simón Pinto Sáez, cofrade y escritor de libros de historia de la Semana Santa de Córdoba, dejan entrever que el pueblo acudió al Custodio por las pestes y las sequías principalmente, muy por encima de otros motivos.

La imagen actual, obra de Alonso Gómez de Sandoval realizada en 1735 y reformada en 1795, salió para rogar por la lluvia en 1869 con Nuestra Señora de Linares.

También el 2 de abril de 1882, Domingo de Ramos, San Rafael estuvo junto a Nuestra Señora de la Fuensanta y la urna de los Santos Mártires con esta misma finalidad.

«A San Rafael lo portaban los labradores; a la Fuensanta, el Cabildo Municipal; y las reliquias, los coadjutores», indica Pinto Sáez a ABC. Esa procesión terminó en la Catedral. Se celebró una función el Lunes Santo y entonces fue el regreso. Las nubes y las precipitaciones hicieron acto de presencia, detalla.

En esta ocasión que se vivirá en el siglo XXI el cortejo no sólo lo integrarán los cofrades de la hermandad de San Rafael, sino todos los devotos de Córdoba que desean participar en este ruego por el fin de la sequía y hayan obtenido su papeleta de sitio.

Con anterioridad al año 1735 no se puede precisar a qué imagen del Arcángel se recurría, según este investigador. El 7 de julio de 1602 San Rafael compartió protagonismo con la urna de los Santos Mártires y Nuestra Señora de la Fuensanta por la peste.

En el siglo XX las procesiones de San Rafael no fueron para reclamar el final de la sequía, sino en acción de gracias cuando concluyó la guerra civil. Y así fue, además, en 1975 cuando le encomendaron a Rafael Sáez la salida por el cuarto centenario de la aparición de los restos de los Santos Mártires, pero por la muerte de Franco no se llegó a llevar a cabo, rememora Pinto Sáez.

Tampoco las del siglo XXI tuvieron este carácter de rogativa: todas con un matiz extraordinario, salvo la de mayo de 2022, que quedó institucionalizada de forma anual. Respondían a variadas razones, como el aniversario de la Catedral en 2012 ó el Año Jubilar del Sagrado Corazón de Jesús en 2019.

El 1 de mayo de 1653 (hace 370 años) los labradores de San Lorenzo organizaron una procesión en rogativa por la lluvia con la imagen del Santísimo Cristo de Gracia. También para esta misma petición salió el 19 de abril de 1734.

A la Virgen de la Fuensanta se recurrió en 1874 en rogativas para que el cielo descargase lluvias, pero ni siquiera llegó a hacer falta porque llovió. Por este gesto se organizó después una función solemne de agradecimiento.

A Nuestra Señora de Linares la llevaron en procesión los labradores el 3 de mayo de 1868 por los alrededores de su santuario para pedir lluvia, con éxito esa misma jornada, a las once de la noche. En 1869 también fue con Ella con la que se rogó por el fin de la sequía junto a San Rafael.

En solitario, la Virgen Conquistadora salió para este mismo fin el 6 de mayo de 1875 y el 30 de mayo de 1890. Llama la atención que abril y mayo, como sucede esta misma semana, es tiempo propicio para las rogativas, pues la proximidad de los meses estivales hace presagiar que los malos registros del invierno empeorarán.

La salida ordinaria de Jesús Nazareno en 1859, en la Madrugada del Viernes Santo también tuvo está intención. Nuestro Padre Jesús de la Pasión rogó por las precipitaciones el Viernes de Dolores de 1734 y también en 1874.

Nuestra Señora de los Dolores, con su salida ordinaria del Domingo de Ramos, en la que estrenaba palio de ocho varales, intercedió por las lluvias en el año 1874.

La del próximo 6 de mayo será otra ocasión para la historia en la que los devotos de Córdoba se encomendarán, una vez más, a San Rafael, para implorar que el cielo revierta esta angustiosa carestía.