Una foto de la Virgen de los Dolores de Córdoba, en las manos del Papa Francisco

Ramón Luque Madueño, que es vicemayordomo de los Dolores, se encuentra de viaje particular en Roma con su esposa, Magdalena, y pensaron llevar preparada la foto por si les surgía la oportunidad de entregársela. Y «han tenido esa suerte», así fue, para alegría y satisfacción de la hermandad, como detalla el hermano mayor de los Dolores, José María Herrero, preguntado por ABC.

El Papa se detuvo con ellos unos segundos para admirarla, y fueron ellos los que le explicaron que eran de la hermandad de los Dolores. Ramón Luque Madueño es una persona muy ligada a la cofradía, «ha sido un detalle muy bonito», realza Herrero.

Es habitual que los cofrades de los Dolores lleven estampas de la Virgen de los Dolores por los lugares del mundo que visitan, e inmortalizan ese momento, y en este caso esta fotografía permanecerá siempre en este importante lugar de la cristiandad.

Por este obsequio llegado desde Córdoba, de la mano de una de las devociones más arraigadas de la capital, y por otro que tuvo el Papa con la Virgen de los Desamparados de Valencia, por la catástrofe de la DANA, fue un día en el que España estuvo muy presente.

«No nos olvidemos de Valencia, que está sufriendo mucho. Hoy he querido traer a la plaza de San Pedro una imagen de la Virgen de los Desamparados. A ella le pedimos que interceda por Valencia y por todas las zonas de España que sufren a causa de la DANA», dijo.

Este tipo de gestos de las hermandades de Córdoba con los Papas viene de muy atrás. El penúltimo, el pasado 22 de mayo cuando una representación de la hermandad del Amor estuvo con el Papa Francisco.

El consiliario, Antonio Murillo; la hermana mayor, Rocío Arranz; la teniente hermana mayor, Inmaculada Aranda; y la secretaria, Inmaculada Jiménez, ocuparon el lugar reservado para las autoridades mientras el resto de peregrinos asistieron desde asientos muy cercanos a la sede Papal.

Finalizada la audiencia, el Santo Padre, les saludó, y fue la primera vez en la historia de la cofradía en la que una representación de hermanos tenía la ocasión de encontrarse con su Santidad.

La cofradía del Amor le dio como regalos una caja de pañuelos bordada con el nombre de sus sagrados titulares y el libro con la historia de la cofradía, escrito por Juan Carlos Jiménez.

Además, la cofradía del Cristo de Gracia entregó en una audiencia una reliquia de su crucificado en 2018 al Papa Francisco, por los 400 años de la llegada de la imagen a Córdoba.

La hermandad de la Misericordia le entregó su medalla a Benedicto XVI tras la concesión de la consideración de basílica menor a la iglesia de San Pedro, en el año 2006.