La Esperanza de Córdoba restaurará el viejo paso de los guadamecíes del Señor de las Penas

La cofradía ha confirmado que ha obtenido una ayuda de la Diputación Provincial de Córdoba, dentro de la convocatoria para la restauración del patrimonio de las hermandades, por importe de 20.000 euros, y eso permitirá acometer el proyecto.

Lo llevará a cabo Laura Jiménez Valverde, titulada en Conservación y Restauración de Bienes Culturales, y tratará de «recuperar la visión original de los elementos en madera y guadamecí tal y como fueron concebidos en su día por Martínez Cerrillo».

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El paso de los guadamecíes se estrenó en 1959, en la primera estación de penitencia del Señor de las Penas con su hermandad de la Esperanza el Domingo de Ramos. Iba sólo el Señor, porque es de pequeño tamaño, y toda su estructura está recubierta de guadamecíes.

Juan Martínez Cerrillo era un destacado artífice en esta forma de repujar y policromar el cuero, y lo propuso y sacó adelante para una hermandad en la que no sólo era el autor de los titulares, sino también el de muchos de los enseres, casi todos ellos todavía en uso.

El paso está formado por una serie de tablas de madera, cada una con una decoración distinta, en que se mezclan la ornamentación y la iconografía, y es llamativo por sus dimensiones y por tener ochavas en las esquinas, como muchos pasos en la Semana Santa de Córdoba de entonces, y como siguen siéndolo todavía los de la Virgen de los Dolores y la de la Paz.

Se iluminaba con cuatro faroles, también de guadamecí, y con dos ángeles que sostenían faroles en los dos lados del Señor. Siempre fue a hombros de costaleros, igual que la Virgen, y salió por última vez el Domingo de Ramos de 1989. Al año siguiente ya se estrenó el actual, pero el trono de los guadamecíes no se olvidó.

El Señor de las Penas fue sobre él en el Vía Crucis de las cofradías de 2004, y en dos días distintos: salió hacia la Catedral el Miércoles de Ceniza, pero la lluvia obligó a regresar unos días más tarde. Se ha utilizado de forma ocasional en los vía crucis del Miércoles de Ceniza, pero también en la procesión del Corpus Christi de la parroquia de San Andrés.