La elegancia del Niño Jesús de la Compañía abre el libro de las procesiones de 2024 en Córdoba

La primera procesión del año 2024 llegó elegante el martes con la festividad del Santo Nombre de Jesús en las calles del Centro y de la Judería. Nada más dejar atrás la parroquia de la Compañía, la tierna imagen se detuvo ante la imponente fachada de Santa Victoria.

Y se adentró muy pronto en la Judería dejando atrás el bullicioso ajetreo de las calles más comerciales, pero siempre arropado por la multitud. Esta vez se mostró el Niño con una túnica blanca y una capa roja de una antigua saya de una Virgen con bordados antiguos. Guiaron el paso Gonzalo García Muñoz y Fernando Fernández de Córdoba.

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Rafael carmona

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Las jarras de plata que se hicieron para el antiguo paso del Señor del Sepulcro llevaban claveles burdeos y rojos dispuestos en forma de campana. A los lados del Niño Jesús iban los faroles del palio de la Virgen del Desconsuelo.

Encontró el fervor y la oración en estrechas calles como Conde y Luque y Buen Pastor, donde al pasar, con su mano derecha bendijo y dejó consuelo a las personas mayores de las dos residencias, la de San Juan de la Cruz y la de San Rafael, de las Hermanitas de los Ancianos Desamparados.

Niños de las catequesis de la parroquia de la Compañía, de la hermandad del Sepulcro y de los colegios de la Inmaculada y Santa Victoria consagraron estas horas de la tarde y la noche al Salvador en esta etapa jubilosa de la Navidad, con enero recién estrenado. Los más pequeños con velitas y los mayores, con hachones iluminaban al Hijo de Dios.

Para la cofradía supuso poder terminar en su integridad el itinerario previsto, pues en 2022 se vio obligada a acortarlo en parte por la inoportuna aparición de la lluvia.

Además, esta cita tuvo un sabor especial por estar viviendo aún el Año Jubilar por los cuatro siglos y medio de las primeras reglas de la corporación, y que cerrará muy pronto, en febrero.

Afligidos interpretó marchas clásicas y propias, entre las que estuvo 'Pange Lingua' y cantos litúrgicos que llamaban al recogimiento. La procesión, además de llevar la Navidad por las calles, tuvo su lado de compromiso y ayuda directa a los necesitados.

En lugar de obtener los participantes su papeleta de sitio, lo que hicieron fue aportar pañales y productos de higiene para bebés de la acción social de las Madres Adoratrices de Córdoba, a su proyecto 'Fuente de Vida'.