Pasión en Córdoba
Cuatro décadas de la llegada de la única Virgen de ojos azules de Córdoba
Fray Ricardo bendijo la imagen en abril de 1984 en el convento del Buen Pastor
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La archicofradía de la Vera-Cruz lo recordaba recién estrenado el mes de abril. Su Virgen titular, con la advocación del Dulce Nombre, y una inconfundible mirada azul, recibió la bendición hace 40 años.
Fue Fray Ricardo quien ofició la misa en 1984, ... y no se produjo en su actual parroquia, sino en la iglesia de San Roque, entonces convento del Buen Pastor.
A la parroquia de San José y Espíritu la archicofradía llegó el 7 de diciembre de 1985 «con una cálida acogida del párroco, José Luque Requerey», según consta en la historia de la corporación.
La Vera-Cruz se había fundado en 1980 con los títulos antiguos. La imagen de María Santísima del Dulce Nombre fue tallada por el artista sevillano Antonio Dubé de Luque, autor después del Señor y director artístico de la cofradía.
Sevilla
Fue su primera obra para Córdoba y compartía su seña de identidad con la primera obra que había hecho para Sevilla: la Virgen de Consolación, titular de la hermandad de la Sed, que era la primera en tener en aquella ciudad los ojos de color azul.
Más tarde, el 7 de febrero de 1987 fue la fecha de bendición del Señor de los Reyes, en su parroquia, en una ceremonia que presidió el obispo, José Antonio Infantes Florido.
El 1 de febrero de 1998 se presentó el proyecto de palio de la Virgen, que estrenó en el año 2000.
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Hay que recordar que la hermandad se fundó en torno a una imagen de la Virgen de los Dolores en el convento del Buen Pastor, pero como no era probable que llegara a ser propiedad de la cofradía, se optó por realizar una lo antes posible.
Se decidió encargar la imagen al artista sevillano Antonio Dubé de Luque. En el contrato, que se firmó en octubre de 1983, se le pusieron dos condiciones: que tuviera los ojos azules y que representase a una joven de 15 ó 16 años de edad, «con una dulcísima y serena expresión de dolor».
La hermandad explica que está tallada en madera de cedro y es de candelero. Se bendijo el 1 de abril de 1984 en el convento del Buen Pastor, con la Congregación de Madres Filipenses y la parroquia de San Juan y Todos los Santos (Trinidad) como padrinos.
El Domingo de Ramos de 2024 dejó varios aspectos para recordar: la archicofradía dejó de estar en la jornada del Lunes Santo y la Virgen lució su techo de palio completamente terminado de bordar.
El Domingo de Resurrección por la tarde completó el regreso desde la Catedral a su parroquia que la lluvia le interrumpió días antes.
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