Agricultura
El sector del ibérico de Córdoba teme que la alta inflación lastre la campaña de Navidad
Las operaciones resisten hasta ahora pero la incertidumbre llega en la recta final del año, momento en el que se registran el 70% de las ventas
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Pablo Cruz
CÓRDOBA
Fue en primavera cuando el sector del ibérico dio por superada la crisis que supuso la pandemia, sobre todo en lo que se refiere a la recuperación del canal horeca (hostelería, restauración y catering). Desde entonces distintos aspectos han puesto en jaque a la ... economía en general y a los sectores productivo en particular, como el caso de la guerra en Ucrania, el encarecimiento de los costes y la inflación, entre otros. Los representantes de esta actividad en el Norte de Córdoba consultados por ABC coincidieron en señalar que las ventas del jamón ibérico 100% puro de bellota no se están viendo resentidas hasta este momento, aunque existe cierta preocupación con lo que pueda pasar de aquí hasta final de año, que es cuando se concentra la mayor parte de la comercialización de jamones y paletas. También inquieta los efectos de la sequía en las explotaciones de porcino.
El presidente del Consejo Regulador de la Denominación de Origen Protegida (DOP) Los Pedroches, Antonio Jesús Torralbo, aseguró que «podemos decir que la fuerte inflación registrada en los últimos meses no está provocando una caída de la demanda de nuestros productos, pero nos preocupa seriamente lo que pueda en este último trimestre del año, que es cuando se realizan entre el 60 y el 70 por ciento de todas nuestras operaciones comerciales anuales».
«La situación es de incertidumbre, ya que somos conscientes de que si continúa la escalada del precio de la cesta de compra, nuestras ventas se pueden ver resentidas, debido a que las familias se verán obligadas a reducir sus presupuestos en un producto como el nuestro que no es de primera necesidad», destacó el dirigente.
Piezas certificadas
Torralbo indicó que hasta la fecha ya se han cerrado las ventas de entre el 35 y el 40 por ciento de las piezas certificadas este año, «unos números que están en línea con lo registrado en los últimos años». Hay que recordar que el marco precintó a finales del año pasado un total 64.400 unidades, de las que 39.925 eran jamones y 24.475 paletas, lo que suponía un 44 por ciento de subida con respecto a los datos de 2020, un año el que este sector sufrió en gran medida las restricciones de la hostelería derivadas de la crisis sanitaria.
El máximo responsable de la DOP Los Pedroches apuntó que aquellos que lo están pasando peor son los ganaderos, que «llevan ya muchos meses de inquietud por distintas razones». El encarecimiento de la alimentación animal, que supone en torno al 70 por ciento de sus costes totales, es lo que más le quita el sueño a los productores, aunque también preocupa la falta de lluvias y las dificultades para el acceso al agua del ganado. Incluso, Torralbo resaltó que este problema ha provocado que en las explotaciones haya un 10 por ciento menos de animales que 12 meses antes.
En el caso de la industria, son la «disparatada» subida de los gastos energéticos y el incremento de los costes laborales los que más están afectando a las cuentas de resultados.
El dirigente aseguró que, ante el mayor desembolso económico que ha tenido que hacer el sector, las empresas comercializadoras se han visto obligadas a elevar sus precios en los lineales en torno a un 5 por ciento, «aumento ese crecimiento no cubre ni de lejos el encarecimiento de los suministros de ganaderos y firmas transformadoras y comercializadoras».
El conflicto armado desatado en Ucrania por la invasión rusa en febrero, según afirmó, generó cierta inquietud por el precio más elevados de elementos importantes con los que se elaboran los piensos como el trigo, el maíz o la soja, así como por los mayores problemas para acceder a los mismos.
«Sin embargo, en ningún caso se están viendo perjudicadas nuestras cifras de exportación, que, ante las limitaciones que se dieron durante la pandemia, se elevaron del 5 al 20 por ciento gracias, en parte también, a las mayores operaciones comerciales realizadas a través de Internet y la creación de nuevos formatos, como los loncheados», declaró Torralbo, quien lanzó un mensaje de optimismo: «Esperamos que los mercados sigan confiando en nuestros productos y en la gran calidad que atesoran».
En una línea muy similar se pronunció el gerente de Ibesa, Alfonso Blanco, al aseverar que «las explotaciones ganaderas están pasando por una situación muy complicada por la desbocada alza de los precios de la alimentación animal, así como los ligados a la electricidad, lo que origina que se están sacrificando muchas ejemplares reproductoras». Según aseguró, la única excepción a este panorama es el cerdo ibérico cuyas fuentes de energía se encuentran en las bellotas y en la hierba existente en el campo.
En cuanto a los pedidos, el directivo señaló que «la demanda de nuestros jamones y paletas no ha estado afectada hasta ahora por la situación de la economía y por fenómenos como la inflación o la guerra en Ucrania, aunque si este escenario perdura es posible que nos perjudique, aunque el crecimiento de las ventas en estos últimos meses nos permitiría amortiguar esos efectos perniciosos».
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