Este es uno de los rincones más fotografiados de Córdoba

La combinación de estos tesoros patrimoniales convierte a Córdoba en un destino único en todas las épocas del año gracias a su rica herencia cultural y belleza urbanística. Sin embargo, la capital también aguarda lugares como la mítica Calleja de las Flores, una de las zonas más visitadas e incluso reconocida como una de las calles más bonitas del mundo.

La Calleja de las Flores destaca por su estrechez y su estructura típica de la arquitectura andaluza con casas encaladas y balcones repletos de flores. Este entorno pintoresco crea un marco perfecto para las fotografías, especialmente cuando la luz del sol realza los colores vivos de las flores y el blanco puro de las paredes.

Noticia Relacionada

Una de las calles más bonitas para pasear está en Córdoba según Traveler

DANIEL ARAGÓN

Gracias a su patrimonio urbanístico y natural, esta agencia de viajes ha declarado esta calle cordobesa como una de las más ideales para caminar

El origen de la Calleja de Las Flores parte de la existencia de un antiguo patio vecinal ubicado en la entonces llamada Calle de Los Jazmines. A través de una iniciativa en el año 1939, se empezaron a colgar centenares de macetas que abarcaron toda la calle contigua a este patio. Tan bella era la estampa que diez años después el Ayuntamiento de Córdoba acomete un proyecto de remodelación mediante la figura Víctor Escribano Ucelay, arquitecto que dotó a esta archiconocida calle su actual imagen.

Dentro de este proyecto, se sustituyó el pavimento de aquel entonces por el típico suelo empedrado, se encalaron las casas aledañas a esta calle y se crearon elementos estructurales como el del capitel califal, que se encuentra al comienzo de la misma, o la creación de numerosos arquillos a lo largo de su tramo. Una vez traspasada la calle, es posible encontrarse con un patio reinado por una fuente octogonal creada mediante vestigios arqueológicos como una antiquísima columna romana.

Visitar la Calleja de las Flores es una experiencia que va más allá de caminar por una calle bonita al permitir un viaje al pasado, una inmersión en la cultura cordobesa y una oportunidad para disfrutar de la hospitalidad local. Además, los pequeños comercios y tiendas de artesanía que se encuentran en sus alrededores ofrecen productos típicos y recuerdos, permitiendo a los visitantes llevarse un pedacito de Córdoba a casa.

En la era de Instagram y otras redes sociales, la Calleja de las Flores se ha convertido en un lugar de moda para tomar fotografías. La búsqueda de lugares 'instagrameables' ha llevado a muchos viajeros y locales a capturar y compartir la belleza de esta calle. Las publicaciones en redes sociales han creado un efecto viral, atrayendo a más visitantes que quieren replicar estas hermosas imágenes.