El reparto de agua en el norte de Córdoba cumple dos meses con un ajuste de seis a tres días en la entrega

El segundo aniversario mensual del reparto de agua potable llega también con novedades importantes. Emproacsa ha comunicado ya a todos los ayuntamientos de los 24 municipios y 19 aldeas afectadas que los días de reparto del líquido en los puntos habituales de cada localidad se reducen a la mitad. Pasan de los seis días actuales, de lunes a sábado, a quedarse en sólo tres con el objetivo de que sean «un día sí y otro no», desveló ayer el presidente de la empresa pública de aguas de la Diputación de Córdoba (Emproacsa), Esteban Morales, a ABC Córdoba.

Algunas poblaciones ya saben que esas jornadas de reparto serán «lunes, miércoles y viernes», según apunta el nuevo alcalde de Espiel, Antonio Bejarano, que mantiene al PP en el poder de la localidad tras retirarse José Antonio Fernández después de más de 25 años de servicio público para los intereses del municipio.

Morales detalló que el inicio de esta nueva medida, en la que el reparto se realizará tres días a la semana, en lugar de los seis que se habían producido hasta ahora, comenzará a aplicarse a partir del martes. Ese día empezarán los camiones a acudir a las localidades en días alternos, salvo que «por necesidades o por peculiaridades del territorio puedan tener otras necesidades, ya que nos ajustaremos a ello», avanza el presidente de Emproacsa. Y pone como ejemplo «las aldeas de Fuente Obejuna», donde el reparto ya se había adaptado a su dispersión y circunstancias anteriormente a esta decisión.

Los motivos del ajuste están más que justificados. Todos los alcaldes y alcaldesas de los municipios consultados por este periódico coinciden en asegurar que Emproacsa busca el «ahorro por el importante coste económico« de esta medida, después de dos meses iniciales en los que el reparto de agua se ha llevado a cabo todos los días, salvo los domingos (incluso fueron los siete días de la semana en los primeros momentos).

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Sin embargo, no es una medida sólo económica. También de ajuste porque la realidad es que ahora mismo los camiones no agotan el agua que transportan. De hecho, los responsables de los municipios reconocen que ahora mismo «las cisternas no agotan el agua que llevan a diario«, exponen casi unánimemente, lo que supone un contrasentido que el agua no se gaste, a pesar del esfuerzo de medios humanos y económicos que ello supone para la empresa de agua.

Fernández, en Espiel, incluso pone datos: «Aquí hemos contabilizado entre 2.200 y 2.500 litros de agua repartida de media diarios cuando la cisterna lleva 20.000«. También es cierto que el camión luego pasa por otras poblaciones.

Incluso, detrás de la medida está, aunque de forma residual, la dificultad de «encontrar camioneros« por las empresas que prestan el servicio, apunta Morales. Con el ajuste de los días, se limitará también la necesidad de recursos humanos en un sector que también nota la falta de trabajadores.

La alcaldesa de Fuente Obejuna, Silvia Mellado (PSOE), entiende la decisión y además enriquece la opinión: «Lo más importante es que no falte el agua a nadie, y eso no ha pasado ni va a pasar». De hecho, detalló que «el reparto estos dos meses se ha hecho con mucha normalidad», incluso «hemos tenido voluntarios de protección civil para llevar el agua al domicilio de las personas más necesitadas».

En la misma línea se pronunció el ex bastón de mando de Villaralto, Ángel Moreno (IU). «Es cierto que el reparto se ha llevado con naturalidad». Y mostró, en declaraciones realizadas el jueves (ayer la Alcaldía pasó al PP), la peculiaridad de su municipio: «Aquí hay muchos vecinos que han optado por recoger el agua de los aljibes que disponemos». Lo que evidencia que muchos vecinos no tenían ni que recoger el agua del reparto, que también se ha utilizado, lógicamente, pero con la sensación de que «las cisternas no agotaban el agua» que transportaban.

Bejarano, desde el Espiel, recordó que «ahora tendremos que valorar cómo llega el agua a esas personas que trabajan entre semana y no puede recoger el agua estos días», aunque reconoce que lo cierto es que hay personas que se han acostumbrado «a comprar el agua en las tiendas», en lugar de acudir al reparto.

El alcalde de Alcaracejos, José Luis Cabrera (PSOE), explicó que la decisión provocada por la sequía fue «traumática e incómoda», pero realmente cree que durante estos dos meses «el reparto se ha desarrollado con normalidad, sin incidencias y con el agua llegando a todo el mundo».