Así, los ciudadanos tendrán que evitar el contacto directo con las aves acuáticas o silvestres de los parques y tener una distancia de al menos un metro. Se debe evitar darles de comer a los patos o palomas, ya que eso supone que se aglomeren y haya una mayor cercanía.
Los que visiten los parques deberán tener cuidado de tocar superficies que estén visiblemente sucias por los excrementos de las aves, y respetar, si existen, las zonas acotadas del parque. Si se observa el cadáver de alguno de estos animales no se puede tocar, sino avisar al teléfono que establezca el gestor del parque.
Hay instrucciones para las personas que paseen con mascotas, y es llevarlas con correa, para que no se acerquen a zonas de excrementos o cadáveres de aves, lo que podría transmitir la enfermedad.
Tranquilidad
Incluso si se han observado todas las recomendaciones, tras haber pasado por un parque hay que lavarse las manos con agua y jabón durante al menos 60 segundos o con gel hidroalcohólico durante veinte segundos.
La Junta de Andalucía asegura que no todas las aves tienen la misma implicación en la epidemiología de la gripe aviar y recuerda que las aves de mueren de forma natural casi siempre por causas no imputables a esta enfermedad.
Aún así, si se ve a tres o más cadáveres en un mismo sitio se debe comunicar al Ayuntamiento, que tendrá que valorar cómo actuar. El riesgo de transmisión a la población es, eso sí, muy bajo, pero siempre se puede contactar con Salud Responde en el número 955 545060.
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