El Real Círculo de la Amistad de Córdoba abre una etapa de grandes reformas

El estudio de arquitectura de Gabriel Rebollo ha elaborado un documento que ha partido de cuatro fases: el conocimiento y la información, el análisis y diagnóstico para ver cómo responde cada zona a los usos que ha tenido, las propuestas de intervención y la programación.

No son los proyectos definitivos, que tendrán que presentarse, pero sí un documento que tiene que guiar el trabajo de las distintas juntas directivas que en los próximos años sabrán cómo actuar y qué tiene que mejorar en la casa para que siga siendo el espacio que tanto orgullo produce en sus socios.

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Valerio Merino

La institución plantea un ambicioso programa con intervenciones en espacios tan emblemáticos como el Salón Liceo

De las propuestas, la más llamativa es la que tiene que ver con el lugar más emblemático: el Salón Liceo, en el que se propone una remodelación que eliminará el actual escenario para darle una configuración más próxima al original.

Como explicó Gabriel Rebollo, su aspecto está ahora algo «desvirtuado», porque tiene configuración de salón de baile, «que por naturaleza es horizontal» y un escenario que a cierta distancia no permite buena visibilidad. Por eso se configuraría de otra forma esta zona, con dos alturas distintas, la segunda algo más elevada.

También se eliminarán los telones actuales, «que además de ser algo trasnochados pueden ser pasto de incendios» y se recuperaría toda esa zona, en la que se eliminarían los agujeros actuales que sirven para la climatización.

El plan también prevé actuar en la sala Julio Romero de Torres, que tendría un uso para conferencias y exposiciones con algunos cambios, y en la torre del reloj, que está en el último de los patios, el llamado del frontón. Esta zona ahora no tiene mucho uso y el reloj que le da nombre no funciona.

Por eso se propone cambiar la accesibilidad para mejorarla y cambiar el salón de la maquinaria del reloj por un mirador, con lo que se recuperaría esta zona. En el plan director está también la instalación de ascensores y de plataformas que salven escaleras, como la que desde la planta alta conduce a la sala Julio Romero de Torres y al vestíbulo y escalera donde están las pinturas alegóricas de las artes.

Uno de los grandes desafíos tiene que ver con los servicios y con la organización interna. La casa se ha dividido en cuatro áreas: la entrada y el claustro (atribuido a Hernán Ruiz III, para el convento de las Nieves), el Salón Liceo, el Patio del Magnolio y la zona de cocinas y servicios, que está junto al Salón Liceo.

Gabriel Rebollo explicó cómo se ha planteado una reforma en todos los espacios de cocina y en el patio para mejorar la funcionalidad, y que además actuaría en el callejón que está situado al oeste de la casa, y que da a la calle Alfonso XIII, en paralelo a la portada.

Se utilizaría en parte como zona de evacuación para el Salón Liceo, y aunque sería puramente funcional también tendría un carácter muy significativo por lo que significa en el funcionamiento del Real Círculo de la Amistad.

Tal y como había afirmado el presidente, el documento se presentará a la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía, ya que la sede del Real Círculo de la Amistad es Bien de Interés Cultural con la categoría de monumento. A partir de ahí deberá conocer los distintos proyectos en que se plasmen las actuaciones del plan director.