EL NORTE DEL SUR
Tampoco hay prisa
Los alcaldes del Norte urgen a las administraciones a que actúen pero no se han puesto de acuerdo en ocho meses para manifestarse
El Norte de la provincia de Córdoba pasará un año sin agua hasta poder beber la de La Colada
Vecinos se proveen de agua en un camión cisterna
No es que los alcaldes del norte de la provincia tuvieran un ojo estratégico muy fino cuando decidieron hace días que la concentración para reclamar una solución al abastecimiento del agua se fuera a celebrar justo cuando Córdoba iba a estar, como estuvo ayer, ... cortada en gran parte al tráfico durante varias horas de la mañana por la organización de la media maratón de la ciudad, y en una jornada en la que iba a ser difícil quitarle protagonismo al deporte.
Las explicaciones sucintas y difundidas a escasas horas de que la convocatoria se fuera a producir no es que sean tampoco demasiado convincentes: dice mucho, y no precisamente bueno, de la clase política que los alcaldes de los veintisiete municipios afectados por los cortes de suministro no hayan sido capaces de ponerse de acuerdo en ocho meses para pedirle a quien corresponde que termine con esta situación que parece mentira que se esté dando con el siglo veintiuno bien entrado. Allí arriba hay ocho mil personas que no pueden abrir el grifo y varios cientos de pequeños agricultores y ganaderos que no saben cómo van a sacar adelante sus explotaciones en la campaña en curso.
En El Guadiato y Los Pedroches hay quien tira piedras para la administración de turno, según el lado de la acera en la que esté domiciliado el Ayuntamiento, para demandarle con urgencia una respuesta firme e inmediata, dinero para las conexiones entre los embalses, agilidad en las obras en marcha. La reclamación justa y necesaria de la unidad de acción más allá de las siglas no casa con esta parsimonia de los regidores a la hora de armar su frente común. El campo, la naturaleza, que se está vengando de la crueldad del olvido, del desdén con el que la sociedad urbana lo ha tratado en las últimas décadas.
Ésa es la tesis de Manuel Pimentel, que coincide con Cristóbal Lovera —el primer delegado de Agricultura que tuvo Córdoba en democracia— en una cosa: en que la política pone a veces trabas que no hay quien comprenda. A los trasvases, por ejemplo. El agua, la sequía, el abuelo que no puede cargar con una garrafa de cinco litros y la vaca sedienta no entienden de fronteras entre comunidades autónomas.
Renovación a precio de tarifa vigente | Cancela cuando quieras