EL NORTE DEL SUR
La presunción incondicional
La doctrina del 'Yo sí te creo' se sustenta en una gran falacia: que ella, y no él, ha de ser la víctima, nunca la agresora
Un juez investiga a una diputada provincial del PSOE en Córdoba por maltratar a su marido
Córdoba
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Iniciar sesiónResulta que ahora sí que creemos en la presunción de inocencia. La vicepresidenta primera del Gobierno se metió en un lío gordo hace un par de meses cuando, tan indignada en un acto del Partido Socialista de la vecina Jaén, lamentó que el ... acusado de un delito de violencia de género se sentara en la sala de vistas con ciertas garantías procesales, en concreto con el amparo de la presunción de inocencia. A María Jesús Montero se le fue la pinza y dijo con todas sus letras que era una vergüenza que esta sociedad en la que vivimos todavía se atreviera a cuestionar el testimonio de una víctima de maltrato y que, encima, el ordenamiento jurídico lo situara en un plano inferior a esa máxima de que todo el mundo es inocente hasta que se demuestre lo contrario.
El PSOE cordobés expedienta a la diputada investigada por maltrato a su marido, pero le expresa su «total apoyo»
ABC CórdobaLos socialistas piden «prudencia» con el caso y apelan a esperar a que concluya el procedimiento judicial y a la presunción de inocencia de «de todas y todos»
La secretaría general del PSOE-A ya se ganó cierta mala fama en esta ciudad a cuenta de la Feria que acabó hace una semana y pico cuando la Agencia Tributaria le remitió a los caseteros, entonces en plena faena de montaje del tinglado, un requerimiento para que justificaran los pagos a proveedores de este año y del anterior con un valor superior a los mil euros. Y en estos momentos hasta los suyos miran justamente en la dirección contraria de la metedura de pata en relación a la sentencia absolutoria de Dani Alves, porque el desafortunado razonamiento —a los pocos días rectificado por ella misma— no funciona en el caso de la diputada provincial socialista que, presuntamente, le zurraba a su marido.
No hay redactor de argumentario ni estratega de laboratorio de ideas que encuentre una salida medio coherente para los socialistas a las noticias que ha publicado este periódico a comienzos de esta semana. Primero, porque la doctrina del 'Yo sí te creo' se sustenta sobre una gran falacia: que ella, y no él, ha de ser la víctima, nunca la agresora. Pero qué pasa cuando quien levanta la mano es la mujer y no el hombre, o cuando se dan mutuamente, de igual a igual. Y qué ocurre si encima ella es una de las nuestras.
Por lo pronto, el veterano Esteban Morales, al frente de la portavocía del grupo de la Diputación desde que Rafi Crespín revalidara su cargo como secretaria general, ha hecho lo que hace un político cuando las cosas le acaban desbordando: cerrar filas con los suyos y ver en el asunto un contubernio oscuro y cruel. «Apoyo incondicional» a la diputada, ha dicho el hombre sin empacho.
Y la cúpula provincial socialista se ha acogido a sagrado: al principio inalienable de la presunción de inocencia que su jefa máxima puso en cuestión. «Prudencia y respeto ante las actuaciones judiciales que se están llevando a cabo», añadía la escueta comunicación oficial sobre el escándalo. Noticia de alcance, por cierto, que un partido de gobierno deje por escrito que respeta las actuaciones judiciales.
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