EL NORTE DEL SUR

La Feria de las vaguedades

Igual la futura ordenanza tampoco le gusta a una asociación de caseteros y para que no dé un portazo convocamos otro referéndum

La consulta popular sobre casetas permanentes en la Feria de Córdoba: fecha, cómo se votará y quién podría votar

Flamencas en un coche de caballos RAFAEL CARMONA

La primera impresión es que el objetivo es parecerse a Sevilla, sea como sea. Y eso aquí tiene un precio. El riesgo de que te miren mal, de que te persiga un estigma. Los sevillanos, y que cada uno lo pronuncie con la cadencia ... del cariño por la vecindad o del desdén por la envidia, han decidido hace nada cuánto tiene que durar la Feria mediante una consulta ciudadana fundamentada en la lógica, porque la cosa se les estaba yendo de las manos: entre la preferia y la resaca la fiesta se había comido los límites, y ya ni el alcalde, por muy serio que sea, que lo sigue siendo, sabía cuándo tenía que darle al botonazo de la portada —que sí, que la nuestra es más grande, dónde va a parar— ni cuándo llegaba el momento de mandar al Lipasam, que es el Sadeco de allí, para que retirase de las puertas de las casetas los restos de las botellas de manzanilla, que es lo que bebe esta gente de más abajo de Carmona, si que no entienden ni de vinos. Pero en lo del plebiscito sí que han acertado. Y aquí hemos resbalado. Es sólo una opinión. Porque a ver qué es lo que le vamos a preguntar al personal, al que lo primero que hay que aclararle es qué es una instalación permanente.

El Leroy Merlin está lleno de instalaciones fijas que se montan en un suspiro, y de la Vega a las faldas de la Sierra pasando por la extensión de Poniente a los márgenes de la antigua carretera de Madrid hay a manojitos peritos sin título en convertir la arquitectura efímera en un chalezazo con todos sus avíos sin que concejal alguno de Urbanismo lo toque. O esto se enmienda o corremos el riesgo cierto de volver a los peores tiempos del 'rosismo', aquellos en los que para poner las farolas nuevas de Gran Vía Parque mandaba más el presidente de turno de los vecinos de Ciudad Jardín que el edil de Infraestructuras. La fiesta de El Arenal tiene problemas y el más grave no es que las carpas dejen de ser de quita y pon, sino que las bases se cumplan. Veremos en qué queda la ordenanza que dice el alcalde que va a hacer: igual tampoco le gusta a una asociación de caseteros y para que no dé un portazo convocamos otro referéndum.

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