demografía
Radiografía de la despoblación en Córdoba: los pueblos que más habitantes han perdido en las últimas dos décadas
El censo ha disminuido de manera generalizada en todos los municipios, destacando los de la zona norte de la provincia
Más de la mitad los pueblos andaluces está en riesgo de despoblación
Vecinos de un pueblo de Córdoba en una imagen de archivo.
La lucha contra la despoblación en las zonas rurales de Córdoba es una contienda que, desde hace ya varias 'campañas', sólo está causando bajas. El éxodo desencadenado por la falta de oportunidades, unido a la baja natalidad, la carencia de atractivos profesionales en estos ... enclaves y hasta el cambio climático explican el declive demográfico que amenaza, fundamentalmente, a los pequeños municipios.
La evolución del padrón de las 77 localidades de la provincia muestran una caída generalizada en el número de vecinos censados en las últimas dos décadas. Tal es así que en este periodo sólo han visto aumentar su total de residentes 16 pueblos, es decir, en el 20,7% sobre el total, según datos del Instituto de Estadística y Cartografía de Andalucía.
La zona norte (Pedroches y Guadiato) se lleva la peor parte, siguendo una tendencia que comenzó en la década de los 50. Esta reducción demográfica fue consecuencia entonces de un saldo migratorio negativo debido a la crisis generalizada de las actividades tradicionales, especialmente de las agrarias, que motivaron su abandono por gran parte de la población para trasladarse a áreas con mayores oportunidades laborales, como Cataluña.
Dos municipios de esta área son los que encabezan la lista de localidades que más habitantes han perdido (valores totales y relativos) desde 2004. Así, en términos absolutos, Peñarroya-Pueblonuevo es el enclave donde se ha registrado un mayor descenso poblacional: tiene censados a 12.351 vecinos, 2.062 menos que hace una década.
Por su parte, el mayor alza porcentual se da en Santa Eufemia, donde hay un 31,4% menos de habitantes ahora frente a 2004: actualmente hay 710 vecinos, frente a los 1.036 de entonces. Además, se da la circunstancia de que esta localidad es la que tiene la edad media más elevada de toda la provincia: casi 57 años. El alto nivel de envejecimiento de la población, así como la ausencia de garantía de reemplazo generacional, sitúa a estos pueblos entre los más regresivas desde el punto de vista demográfico.
Pueblos de Córdoba que más habitantes han perdido (valores absolutos) 2004-2024
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Peñarroya-Pueblonuevo: 2.062
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Baena: 1.635
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Villanueva de Córdoba: 1.359
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Santaella: 1.283
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Fuente Obejuna: 1.184
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Iznájar: 1.168
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Hinojosa del Duque: 1.080
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Priego de Córdoba: 1.080
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Cabra: 813
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Belmez: 709
Otras localidades que también han visto reducido su censo (valores absolutos) han sido Baena (-1.635 habitantes en dos décadas); Villanueva de Córdoba (-1.359); Santaella (-1.283); Fuente Obejuna (-1.184); o Iznájar, que ha perdido 1.168 vecinos.
Porcentualmente, a Santa Eufemia le sigue Torrecampo, con un 28,3 por ciento menos de pobladores; Zuheros (-27,4%); Valenzuela, que ha pasado de 1.391 a 1.041 (-25,1%); Villaralto (-24,5%) o Conquista, con apenas 373 vecinos, cuando en 2004 tenía 492.
Según explica el técnico del Instituto de Ciencias Sociales (IESA), Manuel Trujillo, «la pérdida de población es una tendencia que no sólo se registra en Córdoba, sino que está sucediendo en gran parte de España. Estas localidades no logran atraer población ni tampoco retenerla. Y es necesario un cambio de paradigma para cambiar este proceso, difícil de corregir».
El experto destaca que el modelo económico vigente «potencia el desarrollo de unas zonas en detrimento de otras, lo que motiva ese éxodo poblacional». En este sentido, Trujillo considera necesario «sembrar las bases de una población más activa y diversificada: por ejemplo, en el norte de la provincia, la agricultura y ganadería tienen un enorme peso, pero cada vez emplea menos mano de obra y los que podrían trabajar en estos sectores ni siquiera quieren hacerlo. En estas áreas, la despoblación parece más irreversible».
«El modelo económico potencia el desarrollo de unas zonas frente a otras, lo que motiva ese éxodo poblacional»
Manuel Trujillo
Técnico IESA
El técnico del IESA también apunta al cambio climático como factor que incide en esta pérdida de habitantes, por el aumento paulatino de las temperaturas que restan atractivo a estos enclaves para vivir. «Y estos pueblos, por el propio proceso demográfico, al no atraer residentes, van a seguir con menos vecinos porque son localidades envejecidas».
Las administraciones apuestan por proporcionar incentivos es los pueblos pequeños para aumentar su censo. Así, destacan las ayudas a la natalidad puestas en marcha por la Diputación provincial y de las que han resultado beneficiarias un total de 433 familias de municipios menores de 5.000 habitantes, entidades locales autónomas y aldeas; o las bonificaciones de la Junta para las localidades de menos de 3.000 vecinos: sus residentes pueden deducirse 400 euros por cada hijo nacido o adoptado, o por cada menor en régimen de acogimiento familiar. Además, a la hora de comprarse una vivienda, tienen la posibilidad de ahorrarse hasta 6.750 euros.
Bartolomé Valle, catedrático de Geografía de la Universidad de Córdoba, califica de «auténtica tragedia» elproblema de la despoblación frente a la que no hay «redención posible» si no cambian la dinámica de acción.
Éxodo de los pueblos grandes
La pérdida de habitantes en los núcleos rurales se explica por muchos factores, según este experto, como la disminución de la natalidad (sobre todo, del número de hijos por familia), la menor inmigración, el goteo de cordobeses que deciden dejar su pueblo, o la pérdida de significación de los espacios agrarios.
Además, «se está dando un fenómeno nuevo: municipios muy importantes como Baena, Cabra, Montilla o Priego de Córdoba también han perdido población en estos últimos 20 años, lo que es sorprendente y contradice la dinámica anterior. Sólo sube un poco Pozoblanco por su centralidad tanto geografica como económica y funcional en Los Pedroches», analiza el experto.
Valle destaca la necesidad de una nueva gobernanza del territorio: «las políticas no sólo pueden centrar su acción en los ciudadanos, sino también en estos enclaves que son fundamentales para los espacios más desarrollados», señala.
Al otro lado de la balanza se encuentran los pocos municipios que han ganado habitantes en las últimas dos décadas. En términos absolutos, la capital encabeza la lista, con 3.119 residentes más. Le siguen Lucena (+3.827); La Carlota (3.187); Puente Genil (1.448) y Villafranca de Córdoba, con 1.128 residentes más.
En valores relativos, los pueblos con mayor aumento porcentual han sido Obejo (+39%); Villafranca de Córdoba (+30%); La Victoria, donde ha subido la población un 29,5%; La Carlota (+28,3%) y Guadalcázar, con un 29 por ciento más.
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