¿Quieres aprender la reanimación cardiopulmonar? En el Hospital Reina Sofía de Córdoba se aprende

Por eso quienes pasan por allí pueden ver varios dispositivos que simulan el cuerpo humano y con la guía de personal del centro sanitario cordobés pueden aprender a hacer la maniobra con la que conseguir que el corazón vuelva a latir hasta que llegue la atención médica propiamente dicha.

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B. L.

El trabajador de este ente profesional utilizó el dispositivo y logró reanimar a un hombre que sufrió una parada cardíaca

La diferencia entre una y otra es crucial. Como explicó el pediatra Javier Ferrera, que explica a los pacientes y familiares, a todos los que pasan hoy por el hospital, la forma de hacerlo, una parada cardiorrespiratoria significa que el corazón y los pulmones dejan de funcionar.

«En los adultos es casi siempre porque el corazón se para, porque hay un infarto o porque el órgano tiene algún problema, generalmente en personas mayores«, dice. Por eso se hacen treinta compresiones, el masaje cardíaco, y dos insuflaciones.

Y es importante aprender a hacer las insuflaciones, pero también a que quien las hace respire. «En estas ocasiones estamos muy nerviosos, como es lógico, pero debemos tener aire« para pasarlos nosotros», resume.

En niños, en cambio, el problema suele ser de los pulmones, porque todavía no están bien formados, o porque el pequeño fuese prematuro. Por eso se hace al revés: primero insuflaciones y más tarde la maniobra en el tórax para conseguir que el corazón vuelva a latir.

Los médicos explican de forma práctica y gráfica cómo se hace, e incluso ponen ejemplos: «Es el ritmo de la 'Macarena', la canción de Los del Río». Todo para que se sepa cómo hacer la maniobra, insuflar y actuar en el esternón. No es algo sólo para médicos o enfermeros: todo el mundo puede tener que hacerlo.

El coordinador de Trasplantes del hospital Reina Sofía, Juan Carlos Robles, resaltó que «está comprobado estadísticamente que las posibilidades de supervivencia del paciente tras haber sufrido una parada se incrementan entre un 50 y un 70 por ciento«.

Para él, es importante que toda la sociedad sea capaz de reconocer el problema, actuar y ganar tiempo ante la llegada de los servicios sanitarios, que después tendrán que realizar el tratamiento profesional propiamente dicho. «Mientras que llega el sistema de emergencias tenemos que actuar», resumió.

Las comprensiones torácicas hacen, dijo, «la función del corazón, que en ese momento no funciona» y que tiene que volver a hacerlo. Aquí es también fundamental el papel de los desfibriladores, los instrumentos que lo consiguen a través de descargas eléctricas, y que también es conveniente saber manejar. Están cada vez más presentes en lugares con aglomeraciones humanas.

«La comprensión es la sístole del corazón y la descompresión que el corazón se vuelva a llenar de sangre, para que las posibilidades de supervivencia sean mayores«, insistió Juan Carlos Robles.

La causa más frecuente de parada cardiorrespiratoria en adultos son «la cardiopatía isquémica y el infarto«, y si se han reanimado precozmente, por parte de sus familiares o de quien estuviera cerca, »siguen su tratamiento y al cabo de una semana pueden estar haciendo su vida normal«.

El hospital Reina Sofía de Córdoba hace talleres de forma constante y cursos para muchos estamentos de la ciudad, con el objetivo a largo plazo de un ideal: que el 100 por 100 de la sociedad conozca cómo hacer una reanimación cardiopulmonar.

Uno de los últimos colectivos es el del taxi, y de hecho casi un centenar de profesionales ya han tomado parte en cursos e indican en sus vehículos que pueden hacer este trabajo si el viajero al que transportan sufre este problema. «El objetivo es que Córdoba sea una ciudad cardioprotegida», resumió.