La exposición 'Arquitecto para la sociedad. Obra privada de Rafael de La-Hoz Arderius', que se puede ver estos días en la sala Vimcorsa, permite aproximarse al diseño que realizó, ya que es uno de los que se recoge en esta muestra. Visualmente se trata de un impactante complejo de dos inmuebles.
El contexto era el de principios de los setenta, con el alcalde de aquella época, Antonio Alarcón, pensando en dotar a la ciudad de un edificio capitular digno y bien situado. Con ello en mente, encargó a De La-Hoz una nueva casa consistorial «en las parcelas de los Jardines de la Victoria ocupadas, aún hoy, por el Centro de Educación Vial y una guardería». Estaría tras el que entonces era hotel 'Palace' -su huella la ocupa el cinco estrellas de Eurostars, que lleva el mismo nombre-.
En esta exposición, se explica que el arquitecto apostó por dos edificios interconectados: uno sería más emblemático [estéticamente impacta] y el otro sería más funcional y administrativo. Como continuación del eje de los jardines de Agricultura y de la Victoria, «éstos se introducían por la planta baja libre y abierta del que sería pabellón significativo, que se organiza como un anillo cuadrangular y flotante en torno a un gran patio -como una plaza-».
«Jardines que eclosionan»
«Allí acaban entrando los jardines para eclosionar hacia arriba en una mirada vertical equilibrando la continuidad horizontal» de las construcciones. En la exposición, se indica que hubiera estado «previsiblemente envuelto en grandes formatos de vidrio esmerilado, precursor de la solución que dio al edificio Castelar de Madrid».
«Su materialidad quiso representar la transparencia que la Casa Capitular debe a sus ciudadanos», se indica en la información de esta muestra. Tras elaborar el proyecto, «las vicisitudes políticas del momento hicieron aconsejaron a Alarcón desistir de su construcción».
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