¿Por qué protestan los vendedores ambulantes de Córdoba? Estos son los motivos

El colectivo ha anunciado que no abrirá este martes los mercadillos y critica la «falta de diálogo y comunicación» del Ayuntamiento; el Consistorio recuerda que estos comerciantes han recibido 300.000 euros en ayudas

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Protesta de los comerciantes ambulantes ante el Ayuntamiento de Córdoba este lunes B.L.

D.Delgado

Córdoba

Los vendedores ambulantes están en pie de guerra. El colectivo ha protagonizado este lunes una concentración ante las puertas del Ayuntamiento de Córdoba y anuncian que no abrirán el martes los mercadillos de la ciudad «por los acuciantes problemas que vive el ... sector ante la alta de diálogo, comunicación e insensibilidad por parte del Consistorio», según el presidente de la Asociación de Comerciantes Autónomos Ambulantes de Córdoba (Comacor), Antonio Torcuato. Y no pararán ahí. Aseguran que batallarán hasta que se solucionen sus demandas.

¿Qué piden los ambulantes?

Cambiar una normativa excesivamente restrictiva. Estos trabajadores aseguran que la norma en Córdoba que regula su actividad es muy restrictiva, «más incluso que la propia ley de comercio andaluz», afirma Torcuato, lo que ha desembocado en la pérdida de empleo por la extinción de licencias.

Más información. Estos autónomos critican que las comunicaciones o requerimientos se lleven a cabo a través del tablón de anuncios, en lugar de utilizarse otros medios como el correo electrónico. «Están cortando cabezas y estamos hartos; quieren pillarnos y lo hacen así para que no nos enteremos», asegura el portavoz de Comacor.

Acabar con el trato «vejatorio, racista y discriminatorio». El colectivo asevera que placeros y técnicos los tienen sometidos a un «régimen disciplinario» y han detectado incluso «comportamientos racistas y discriminatorios», por lo que piden «que se cambien». Afirman que «no somos ladrones, somos trabajadores: cumplimos con todos los requisitos y pagamos nuestros impuestos, pero nos están sometiendo a un 'bulling' laboral», indica el presidente de Comacor.

Participar de las decisiones que les afecten. Los ambulantes manifiestan que no se les tiene en cuenta cuando se aprueban decretos o toman decisiones que tienen que ver con el sector. «Queremos que nos consulten cuando se lleve a cabo algún cambio, ya que somos los principales beneficiados o perjudicados».

Protestas por el 'genocidio laboral'

Los vendedores ambulantes han anunciado que este martes no abrirán los mercadillos de la Ladera, las Setas ni la Unión, «algo que no ha pasado nunca, pero nos vemos obligados a ello», indica el portavoz de Comacor, y señalan que seguirán con las protestas hasta que el Ayuntamiento atienda a sus peticiones.

«No queremos más reuniones, sino que se nos escuche, se nos trate con dignidad y se soluciones nuestros problemas. Queremos ganarnos nuestro sueldo como cualquier otro trabajador, sin sentirnos como ciudadanos de tercera. Y no vamos a parar hasta conseguirlo», apunta Torcuato.

Familias afectadas

Según señala el presidente de Comacor, el colectivo representa la voz de más de 600 familias que en Córdoba se dedican a la venta ambulante, generando un importante volumen de empleo en la ciudad, dinamizando las zonas en las que se instala, y cuyos beneficios repercuten instantáneamente en el consumo en el comercio de proximidad, ayudando a que siga latiendo el corazón de los barrios.

La respuesta del Ayuntamiento

El delegado de Comercio y Mercados, Antonio Álvarez, ha manifestado que «nunca ha existido falta diálogo entre el Ayuntamiento y el sector del comercio ambulante, entre otras cosas porque este equipo de gobierno es consciente de las importantes pérdidas que ha sufrido con motivo de la pandemia».

En este sentido, asegura que «está sobre la mesa la posible firma de un convenio de colaboración de carácter anual con Comacor, para establecer objetivos y fines que persiguen para llevar a cabo durante el año».

Álvarez apunta también que «se han entregado 300.000 euros en ayudas a los ambulantes para paliar los efectos de la pandemia en el sector, sin olvidar la inversión realizada en acondicionamiento de las zonas de mercadillo para adaptarlas a la etapa pospandemia».

No obstante, el delegado de Comercio reconoce que «quedan cosas por hacer. Hay cerca de 700 licencias otorgadas y las resueltas con dictamen de no renovación ha sido porque no han acreditado que seguían cumpliendo con los requisitos que presentaron cuando se les dio la licencia».

También está de acuerdo con alguna que otra actuación «más rigida» de los placeros, pero «se cambiaron este verano». Sobre la normativa, Álvarez ha señalado que «estamos abiertos al diálogo y a la interpretación de los artículos que consideran más perjudiciales».

En este sentido, el delegado está de acuerdo en que «la ordenanza es más restrictiva que la ley en muchos requerimientos. Vamos a ver cómo podemos llegar a un criterio unificado, que entiendan que les sea más favorable en el cumplimiento de la ley».

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