Ana Sánchez compró sobre plano una vivienda en la zona del Patriarca. No influyó en su decisión la recogida neumática, sino más bien lo que prima al adquirir cualquier vivienda: extensión, situación y calidades. Pero sabía que estaba pagando por ello. Firmó la compra en 2018 y escrituró dos años después.
En su caso, la recogida se iba a hacer con pequeños pilotes no muy distintos a los contenedores soterrados que hay en el Centro de Córdoba, pero nunca fue así. Tienen que llevar las bolsas a los contenedores, como siempre. Sus vecinos todavía no han hablado de reclamar a la promotora para que a su vez lo haga al Ayuntamiento, pero quiere estar informada si sucede. El Ayuntamiento ahora pide un informe para decidir si recurre o no.
Dolores López tiene casa en Nuevo Poniente y en su urbanización el procedimiento es distinto, con varios cuartos en los que se depositarían los residuos a través de agujeros protegidos con aluminio. Tampoco ha servido nunca, y así se hizo saber a los vecinos desde 2021. «La promotora pagó entre 120.000 y 140.000 euros más en función del bloque por el servicio de recogida neumática. ¿Qué va a pasar ahora», se pregunta al hablar de un servicio por el que han pagado. El impacto puede ser millonario.
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