La promoción de viviendas creció un 16 por ciento hasta septiembre en Córdoba

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Baltasar López

El número de pisos visados por el Colegio de Arquitectos fue de 1.018, un 49% menos

Esa cifra sobrepasa en cerca de un centenar a la que se registró en idéntico periodo de 2022. Es decir, eso supone que se da un incremento del 16% en medio de un escenario de nubarrones para el mercado inmobiliario.

El principal pilar de esta mejoría es el segmento de la promoción de vivienda protegida. Sus proyectos suman 83 pisos. Son 61 más (+277%) que en 2022, que, ahora bien, hay que advertir de que pasó sin pena gloria para este tipo de construcción residencial —en todo ese ejercicio, se visaron 22 VPO entre los 77 municipios de Córdoba—.

Colaboró también en el saldo positivo la renta libre. Los proyectos que tuvieron el ok del citado colegio profesional sumaron 605 unidades residenciales de esta clase. Esa cantidad arroja un crecimiento interanual del 6%, con 34 más.

Eso sí, el saldo positivo en lo que va de 2023 tiene letra pequeña. Se sostiene exclusivamente sobre el buen arranque del ejercicio. Y es que de enero a marzo el número de viviendas recogidas en proyectos que fueron visados ascendió a 409 cuando en el primer trimestre del ejercicio anterior fueron 124. Al cruzar ambos indicadores se obtiene un estirón de prácticamente el 230% al contabilizarse 285 futuros pisos más.

El resto del año ya no ha resistido las comparaciones interanuales. En el segundo trimestre, la cifra de hogares que recibieron el sello del Colegio de Arquitectos se quedó, en números redondos, en un centenar. Eran 72 menos que 365 días antes, con lo que el descenso fue del 41,6%.

Y el periodo que fue de julio a septiembre se saldó con otra disminución. La cifra de pisos visados fue de 178 frente a los 296 alcanzados en idéntico lapso temporal de 2022. Fueron 118 menos (-39,9%). No sorprenden para nada los guarismos de los dos últimos trimestres. Los promotores inmobiliarios no tienen ante sí un horizonte nada despejado por distintos motivos.

Por un lado, está la desaceleración económica, que sigue prolongándose con el factor de inestabilidad de la guerra en Ucrania sobrevolando. Baste recordar que Analistas Económicos (Unicaja) prevé que la subida del PIB se quede este año en nuestra provincia en el 0,3% —en la región, sólo Jaén tendría un resultado aún más modesto (+0,1%)— frente a las del 3,1% en 2022 y del 5,4% en 2021.

Ése es un factor que debilita a la potencial demanda de compradores de vivienda. Pero hay más que también la castigan: el escenario inflacionista y la subida de tipos que afecta a quienes quieran hacerse con una vivienda pero también a las empresas que busquen financiación para acometer sus inmuebles residenciales. A todo este análisis hay que añadir también que hay una restricción del crédito.

Y no se puede olvidar que ya se viene de un 2022 en el que el termómetro de la futura edificación residencial sufrió una congelación considerable tras dos ejercicios al alza. El número de viviendas visadas el pasado año fue de 1.018, casi la mitad menos que las contabilizadas 365 antes. Hay que tener en cuenta que se venía de un 2021 que había resultado muy bueno. Porque en ese ejercicio el número de futuros hogares que habían recibido el visto bueno del Colegio de Arquitectos para su futura construcción fue de 1.980, que es hasta ahora el mejor dato desde 2009.