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Historia

El prisionero de la Armada Invencible que encomendó su alma a la Virgen de las Angustias de Córdoba

Un investigador halla las últimas voluntades de Antonio de Ulloa poco antes de su ejecución en Irlanda

El día que la Virgen de las Angustias se salvó del fuego

Luis Miranda

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Antonio de Ulloa y Sandoval escribía el 5 de octubre de 1588 con la muerte llamando a la puerta y la certeza de que no podría detenerla. Estaba condenado, tenía claro que no se iba a salvar y consiguió recado de escribir para sus ... últimas voluntades. En la angustia de tener cerca la postrera hora se describía: era un creyente que rendiría pronto cuentas ante Dios, que tenía que pedir por su alma y rogar a los que quedaban que lo hicieran. Era natural de Córdoba o había vivido en ella y se encomendó a la Virgen en su advocación de las Angustias, en el altar que estaba, y está, en la iglesia de San Agustín.

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