El precio del garbanzo crece un 38 por ciento en Córdoba, la mayor subida de los últimos cinco años

Las estadísticas oficiales de la Consejería de Agricultura, Pesca, Agua y Desarrollo Rural indican que el precio del kilo de este cultivo se situaba la semana pasada en los 0,97 euros. Este valor supone un crecimiento del 38,5 por ciento con respecto al dato correspondiente a 2021 por estas fechas, cuando la cotización se colocaba en torno a los 0,7 euros. Sin embargo, lo más reseñable es que se trata del precio más alto de este producto desde finales de septiembre de 2017, cuando se alcanzó el pico de 1,2 euros por kilo.

El técnico de Asaja en Córdoba, Antonio Monclova, explicó a ABC que el principal motivo que se encuentra detrás de esta mayor carestía del garbanzo tienen que ver con la importante subida de los costes productivos que han sufrido estos agricultores al igual que ha pasado con el conjunto de los integrantes del sector primario.

Sin embargo, en este caso, la incidencia de este factor ha sido mayor si cabe, ya que es un cultivo que requiere un elevado gasto en fitosanitarios y en abonos para evitar la aparición de un hongo que suele aparecer cuando llueva en la época comprendida entre la siembra y la recolección, según apuntó este experto. «A estos profesionales agrarios no les ha quedado más remedio que incrementar sus precios para evitar su desaparición», destacó el técnico de Asaja.

En cuanto la superficie, las cifras de la Administración autonómica indican que 2022 finalizará con la cifra de 2.882 hectáreas en Córdoba, siendo la segunda provincia en Andalucía con una mayor área cultivada con este alimento, únicamente por detrás de Sevilla que alcanza las 11.000 hectáreas. Sin embargo, es un 26 por ciento menos que en 2021, algo que, según Monclova, se debe al hecho de que, cuando a principios de este año la UE permitió sembrar en las tierras que, en principio, se encontraban de barbecho debido a los problemas de suministro de determinados cultivos derivados de la invasión rusa, los agricultores prefirieron apostar por el girasol en lugar de por las leguminosas por su mayor rentabilidad. Eso sí, el área con este alimento se ha duplicado en el plazo de una década.

José María Cabrera es el gerente de Cortijo la Reina y presidente de la Agrupación Cordobesa de Agricultores, conocida popularmente como SAT Córdoba, dos entidades que reservan unas 30 y unas 750 hectáreas a este cultivo cada año, respectivamente. Este directivo indico que su intención para las próximas campañas es elevar esta área gracias a que la nueva Política Agraria Común (PAC) fomenta la siembra de este producto.

Por otro lado, varias entidades representativas del sector agrícola se han unido mediante la creación de un grupo operativo con el objetivo de apostar por el garbanzo de calidad y poner en marcha un proyecto para crear una nueva Indicación Geográfica Protegida (IGP) que pretende «defender y promover el garbanzo de la campiña de Córdoba», según indicaron los impulsores de esta iniciativa.

Y es que, tanto por el perfil de los suelos como por las variedades cultivadas, esta zona de la provincia cordobesa «cuenta históricamente con un garbanzo excepcional» que además tiene extraordinarias características organolépticas como su sabor, textura y nivel mantecoso eniendo en cuenta también su óptima aportación de fibra